Playas heridas: se amplía la erosión tras el paso de Irma

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Kenneth Matos
Las costas del noreste de Puerto Rico fueron los espacios más afectados por el huracán Irma. (Suministrada)

Arena atravesando las carreteras y más erosión de la acostumbrada son dos de los principales efectos que dejó el pasó del huracán Irma en las costas de Loíza y Luquillo. Así lo apuntó la geóloga marina Maritza Barreto Orta, quien desde el pasado sábado comenzó un recorrido por las distintas playas de Puerto Rico en aras de observar y registrar los efectos del paso de este fenómeno atmosférico cerca de las costas del País.

En entrevista con Diálogo, la experta explicó que el impacto del oleaje y los vientos de la ahora tormenta tropical Irma fueron la principal causa de la ampliación de la erosión en el noreste de la Isla. Según datos del Centro Nacional de Huracanes, durante el paso de Irma cerca de Puerto Rico las olas alcanzaron cerca de los 25 pies y se registró vientos sostenidos de 51 millas por hora (mph) en Vieques y Culebra y ráfagas de hasta 62 mph en San Juan.

“Con el recorrido de los pasados dos días, hemos visto cambios cualitativos significativos, que estamos seguros que significarán cambios exponenciales en la continua erosión y perdidas de la infraestructura costera de Puerto Rico”, señaló la profesora, quien también cree que el municipio de Loíza y el gobierno estatal ha sido muy lento con el tratamiento del litoral norte del país.

En un estudio reciente realizado por Barreto Orta junto con estudiantes del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, halló que el 60% de un total de 4,324 estaciones en playas ubicadas alrededor de todo Puerto Rico presentan erosión o pérdida de sedimentos para el 2010, con una tasa de pérdida de playa de -0.11 a -2.0 metros por año.

Se identificó que hasta el 2010, las playas mayormente afectadas con una magnitud de erosión muy alta (-1.21 a -2.0 metros por año), se encuentran en zonas de Dorado, Loíza, Arroyo, Toa Baja y San Juan. Sin embargo, de 2013 en adelante hubo una aceleración de la erosión en varias secciones de las costas, provocando que varias de estas playas pasaran a presentar una erosión severa de más de 2 metros por año. Entre estas, figuran las playas en la costa de Parcelas Suárez, Villas del Mar y Villa Cristiana, todas localizadas en Loíza; y áreas de las costas de Arroyo.

El informe Estado de la Costa de Puerto Rico, elaborado por la Red de Playas de Puerto Rico y el Caribe adscrita a la Escuela Graduada de Planificación de la UPRRP, es un proyecto visual y de análisis espacial que recorre la línea costanera de Puerto Rico para identificar cambios en los planos de playas locales.

Urge mejor planificación ante cambio climático 

El huracán Irma alcanzó una histórica categoría cinco con vientos sostenidos de 185 millas por hora en la zona del Caribe. Por esta razón, Barreto Orta sostuvo que este evento puede dar pie a que el país repiense y mejore los procesos de planificación, particularmente, a la hora de construir en las costas, algo que ha sido denunciado anteriormente por diversos científicos e investigadores.

“Debemos tener muy presente que estamos [geográficamente] en el trópico y estamos expuestos a estos eventos”, añadió la doctora, a quien también le preocupa que pocas agencias estatales y municipales no incluyen en sus planes territoriales el escenario de cambio climático ni eventos climáticos extremos.

Este vínculo entre la erosión costera con los fenómenos atmosféricos y el cambio climático global también fue señalado por Aurelio Mercado, profesor de Oceanografía Física de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez.

Para el profesor, Puerto Rico ha tenido suerte con el desvío de Irma y advirtió al pueblo y al gobierno a no caer en un estado de complacencia por no haber presenciado grandes efectos en las costas de Puerto Rico.

“Con las zonas costeras urbanizadas no podemos hacer mucho, al menos que se implementen procesos de retroalimentación con arena y en Puerto Rico no hay dinero ahora mismo para eso. Lo que podemos salvaguardar es nuestras áreas no urbanizadas, implementando una política de planificación más estricta que considere los efectos de los fenómenos atmosféricos”, aconsejó.

Mercado anotó, además, que los planificadores locales deben tomar en consideración que actualmente “los mares están más calientes y el nivel del mar va en aumento. Estas han sido dos premisas muy comentadas y que tras un fenómeno ciclónico como Irma, se agravan por las características que trae este tipo de sistema”.

Comunidades buscan reducir vulnerabilidad costera en Loíza 

La zona de Loíza fue una de las áreas más afectadas por los remanentes que dejó el paso del huracán Irma por Puerto Rico. El azote implicó que sobre 79 familias residentes en la costa loiceña perdieran sus propiedades.

En ese marco preocupante, la directora de la Red de Playas de Puerto Rico y el Caribe, Maritza Barreto Orta, resaltó el trabajo realizado por la gestión comunitaria que nace desde las Parcelas Suárez, comunidad ubicada en el municipio de Loíza, en su empeño por ayudar a disminuir el impacto de la erosión costera en la zona.

“Esa comunidad no perdió más, porque ellos estaban preparados. Dos semanas antes que anunciaran la trayectoria del huracán, esa comunidad ya había sido dirigida por sus líderes comunitarios para desalojar las áreas vulnerables”, señaló Barreto Orta, quien ha colaborado con el grupo en temas de meteorología, mapas e impactos atmosféricos en Loíza.

Para la profesora, este ejemplo comunitario debería servir de inspiración para construir una red de respuesta desde la comunidad y no depender tanto del tiempo que pueda tomar el municipio o las diversas agencias gubernamentales en tomar acción en temas de planificación y protección ciudadana.

 

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