Por Gerardo E. Alvarado León / galvarado@elnuevodia.com endi.com A través de los años, el arrecife de Isla Verde, en Carolina, ha servido de inspiración a investigadores, escritores y amantes de la naturaleza que se interesan por su protección y la de las especies que allí habitan. Y a pesar de que está a pocos metros de la costa, este arrecife no cuenta con una designación oficial del Estado que le asegure su existencia. Entretanto, la contaminación del agua y los operadores de embarcaciones de motor continúan siendo dos de sus principales amenazas. A fin de perpetuar la conservación del área, en mayo de 2009 se instituyó el Comité Creador de la Reserva Marina de Isla Verde, cuyos miembros actualmente redactan un proyecto de ley que daría paso a la designación. Paco López Mújica, propulsor del proyecto, presidente del Comité y vecino de Isla Verde, indicó que se trata de una iniciativa comunitaria que ha unido a representantes del Municipio, la Academia y comerciantes del área. “Llevo años tomando fotos submarinas porque es un arrecife casi pegado a la orilla. No soy científico, pero me di cuenta de que hay un montón de vida marina allí. Fue así que despertamos el interés”, dijo López Mújica. Contó que como parte de los eventos para concienciar a la comunidad, se llevó a cabo una reunión en noviembre pasado a la que asistieron 66 personas. El Comité, además, ha recogido 900 firmas de endoso a la reserva. El biólogo Samuel Suleimán, director de Sociedad Ambiente Marino, también integra el Comité y está a cargo de las investigaciones que se realizan en el arrecife. “Llevamos más de un año colectando los datos de importancia biológica y ecológica del arrecife. Estamos trabajando con voluntarios y desarrollando unos talleres para que la comunidad participe”, apuntó Suleimán. Precisó que el coral de cerebro es la especie más abundante. “Protege la costa y sirve de hábitat para otras especies. Es un coral bien resistente”, dijo al señalar que las amenazas presentes en el arrecife han dado paso a que los corales desarrollen “mucha más resistencia”. En tanto, Álida Ortiz, profesora de manejo y conservación de recursos costeros en la Universidad Metropolitana, destacó que el arrecife puede convertirse en un espacio de educación para los vecinos y visitantes. “Por la cercanía de este espacio, puedes promover que la gente conozca mejor del arrecife. Estos organismos pueden estar cerca de lo que es desarrollo y le ofrecen protección a toda la costa de Isla Verde”, dijo Ortiz. Añadió que en el área se identificaron pedazos del coral Acropora palmata en “excelentes condiciones”, así como tortugas, langostas y una familia de manatíes. Estos elementos, indicó, también promueven el turismo. Robert Matos, director de la División de Reservas Naturales, Marinas y Refugios de Vida Silvestre del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), expresó que se está revisando literatura histórica y natural con el propósito de lograr la designación del área como reserva marina. Los hallazgos se unirán a los datos científicos y eventualmente se le presentarán a un legislador de distrito, quien presentará el proyecto de ley formal. De aprobarse, el DRNA crearía un plan de manejo para la reserva. “Le veo muchas posibilidades. Hay muchas firmas y una comunidad que apoya el proyecto”, subrayó Matos.