Puertorriqueña toma el mando en Merck

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Por: 

Sharon Minelli Pérez
La travesía Wendy Perry en Merck comenzó hace 21 años, cuando fue reclutada como representante de ventas, puesto que comunmente se conoce como propagandista médico. (André Kang)

Con una visión de mejorar el acceso de los pacientes a soluciones para su salud y promover la sostenibilidad de la industria como un todo, Wendy Perry asumió el reto de convertirse en la primera boricua al mando de la operación comercial de Merck en Puerto Rico.

“Ha sido un camino de mucho aprendizaje y crecimiento, y de mucha satisfacción al mismo tiempo”, comentó Perry, al conversar con El Nuevo Día sobre el nuevo rol de gerente general que asumió a principios de año.

Su travesía en Merck comenzó hace 21 años, cuando fue reclutada como representante de ventas, puesto que comunmente se conoce como propagandista médico.

Para entonces, en 1995, a la ejecutiva solo la movía el interés de comenzar su carrera profesional en ventas, sin una industria específica en mente. 

“Llegar a Merck sí fue accidente. Pero una vez llegué y comencé a trabajar y ver lo que tenía la compañía para los pacientes y también para sus empleados, estuvo claro para mí que aquí era donde quería crecer”, recordó Perry.

Merck, con 125 años de existencia, tiene presencia en Puerto Rico hace más de 65 años y conserva operaciones comerciales en Carolina y una planta de manufactura en Las Piedras, además de un equipo local activo en investigación y desarrollo (R&D).

De 2013 al presente, ha cerrado operaciones de manufactura y empaque en  Barceloneta y Arecibo. En ambas plantas, se retuvieron  unos 400 empleos  luego de que la propia Merck buscara compradores para las instalaciones. En  Barceloneta, opera la firma de salud animal Merial, subsidiaria de Sanofi. La planta de Arecibo pasó a manos American Industrial Acquisition Corporation.

Perry se visualiza como una líder impulsada por la curiosidad constante, que se da “el espacio a seguir aprendiendo, porque una no lo sabe todo”.

Agregó estar muy clara de que su éxito no es individual, sino que  está atado directamente al desarrollo y la eficacia de su gente. “Cuando tienes un buen equipo,  tu trabajo se hace mucho más fácil. No estás tratando de tocar la trompeta, tocar la guitarra y cantar al mismo tiempo”, expresó.

Tras su arranque como representante de ventas en 1995, la ejecutiva fue escalando posiciones dentro de Merck. En 2003, fue ascendida a gerente, hasta convertirse en directora ejecutiva de la unidad de cuidado primario en 2007.

Destino México

Tras siete años en esa posición, en 2013 le sobrevino un nuevo reto: asumir el mando de esa unidad, pero en la capital de México, en un mercado al que le urgía crecer. Para entonces, la ejecutiva ya había formado una familia con su esposo y tres hijos. Juntos dieron el salto.

“Es una experiencia que se la recomiendo a cualquier persona, con los ojos cerrados. Causa un poco de temor, lo desconocido, el asunto de mover a la familia, pero vale la pena  no tan sólo en el crecimiento profesional, sino en el de la familia y en lo personal”, sostuvo.

Indicó que su decisión se hizo mucho más llevadera porque la cultura corporativa de Merck provee herramientas y procesos que facilitan la relocalización, no solo para la empleada, sino también para su familia.

“La compañía tiene métricas de la representación femenina que hay en cada una de las subsidiarias en el mundo. También se divulga la representación de mujeres en las bandas más altas de la compañía. Y vamos avanzando, aunque no hemos llegado aún (a la paridad)”, explicó.

“Quisiera que a través de mi historia se pudieran inspirar más mujeres a realmente derribar barreras y miedos, y dar ese paso, porque van a ganar mucho”, expresó la también integrante de la Junta de Directores de la Asociación de la Industria Farmacéutica de Puerto Rico (PIA-PR).

El trabajo en México se extendió por dos años, durante los cuales continuó su preparación para el próximo paso: dirigir la operación de un mercado nacional.

Entretanto, acá en Puerto Rico, el gerente general del área comercial anunció su retiro y la empresa le ofreció la plaza a Perry.

“Sinceramente tenía en mente cualquier otro país en Latinoamérica, menos Puerto Rico. Me tomó por sorpresa y, claro, me llenó de mucha alegría”, manifestó.

Cambio veloz. Tras poco más de dos años alejada de la industria de salud boricua, en la que llevaba insertada 18 años, se percató de que “el entorno ha cambiado de forma dramática”.

Mencionó que se han sumado aún más “protagonistas” en las decisiones de cuidado que tomaba un médico con su paciente.

“Ahora estamos hablando de más complejidades, hablamos de pagador, manejadores de casos, organizaciones de pacientes, farmacias especializadas”, enumeró.

Desde que asumió la gerencia general en enero, se ha dedicado a profundizar en qué ha cambiado y buscar que Merck se “inserte en buscar soluciones adecuadas” para la nueva realidad, con el fin de llegar a un modelo sostenible, que potencie el acceso a cuidado adecuado para el máximo de personas posible.

Perry invitó a todos los jugadores de la industria a  delinear prioridades y buscarles soluciones viables, con el paciente al centro.  Como ejemplo concreto, presentó la diabetes, que con una prevalencia de 14.4% (más de 365,100 adultos diagnosticados,  según el dato más reciente de la Federación Internacional de Diabetes), genera un gran volumen de costos en el sistema de salud, tanto público como privado. Este mal además socava la calidad de vida de quienes la sufren, al exponerlos a mayor riesgo de amputación, ceguera y otros males crónicos. 

“Si ese paciente está con su diabetes controlada, se beneficia él y todo el mundo”, sintentizó.

“Tenemos todos que tomar una posición proactiva. Cuando digo todos me refiero a Merck, la industria farmacéutica, las agencias regulatorias, ASES (Administración de Servicios de Salud), pagadores, instituciones hospitalarias, organizaciones de pacientes”, recomendó.

En cuanto a las prioridades dentro deMerck, su gestión se concentra en afianzar  las cuatro áreas principales del negocio: oncología, cuidado agudo en hospitales, diabetes y vacunas. En tratamiento de cáncer, por ejemplo, buscan ampliar las indicaciones para Keytruda, inmunoterapia ya aprobada para tratar melanoma y cáncer pulmonar. Actualmente se realizan pruebas conducentes a ver su efectividad en hasta 30 tipos de tumores.

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