Resurge el Caño Martín Peña

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Por Cynthia López Cabán / End.cynthia.lopez@elnuevodia.com endi.com Al borde de la calle 10 de la comunidad Israel comienza a brotar un hilo de agua que pertenece al Caño Martín Peña en San Juan. El líquido que se cuela entre la basura que todavía queda en el lugar arranca sonrisas de orgullo entre los residentes porque los acerca a su sueño: restituir el cauce del cuerpo de agua que baña su comunidad. Hace décadas -antes que la basura se utilizara para rellenar el área para construir viviendas- por allí discurría con soltura esta arteria principal del Estuario de la Bahía de San Juan. Medía sobre 200 pies de ancho. Ahora apenas alcanza los tres pies en algunos puntos. La meta es llevarlo a 150 pies de amplitud. Como parte de este esfuerzo, y en anticipo al dragado, esta semana se realizó una operación amplia de recogido de desperdicios sólidos en dos comunidades ubicadas en los márgenes del Caño. Los números preliminares indican que se recogieron 253 toneladas de basura y escombros en Cantera e Israel y Bitumul, indicó Lyvia Rodríguez, directora de la Oficina de la Corporación del Proyecto Enlace del Caño Martín Peña. También se recuperaron 620 libras de material reciclable, como plástico, cristal y papel de periódico. Este ejercicio de recogido de desechos supone, además, un junte de voluntades histórico porque incorpora agencias estatales, municipales, residentes y la empresa privada. “Para nosotros es vital porque significa más salud y un ambiente limpio”, afirmó Juanita Otero Barbosa, quien reside en Israel y Bitumul desde hace 46 años. “Significa el comienzo del final de la pestilencia y los mosquitos”, agregó la directora de escuela retirada. A una cuadra, empleados del Departamento de Transportación y Obras Públicas recogían escombros y limpiaban la calle con agua. “Es ver nacer la esperanza de lo que va a ocurrir”, declaró Otero. Los trabajos para rescatar esta zona incluyen el realojo de 2,300 familias, el reemplazo de instalaciones eléctricas y la construcción de un sistema de alcantarillado sanitario. Más de 3,000 residencias y comercios cercanos descargan aguas usadas al Caño. También contempla el dragado de la porción este del Caño, que incluirá una siembra de árboles de mangle, veredas recreativas y plazas. El dragado, además, dará paso al agua de mar fresca y creará las condiciones para industrias comunitarias ecoturísticas. Esta iniciativa debe iniciarse antes del 2012. Para María Luisa Cotto, otra residente de Israel y Bitumul, lo que sucede en las ocho comunidades del Caño de Martín Peña también delata el poder del esfuerzo comunitario. “Aquí no hay divisiones políticas. Todos estamos unidos como una persona”, señaló la mujer, que crió a sus cinco hijos en el lugar. En el área del Caño residen unas 27,000 personas, divididas en ocho comunidades: Barrio Obrero (Oeste y San Ciprián), Barrio Obrero-Marina, Buena Vista-Santurce, Península de Cantera, Parada 27, Las Monjas, Buena Vista-Hato Rey e Israel y Bitumul. “Lo mejor que tiene este lugar es el sentido de comunidad”, indicó Cotto. También está consciente del mensaje que envía su ejemplo. Las comunidades del Caño Martín Peña fueron las primeras en establecer un fideicomiso de tierras, que garantiza la titularidad colectiva del terreno para el goce y beneficio de la comunidad. “Nuestro triunfo es el triunfo del trabajo comunitario”, afirmó Cotto, mientras su mirada recorría el terreno donde comienza a resurgir el Caño.