Son de aquí: pájaro carpintero

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Por: 

Eddie Laboy Nieves

Conoce al pájaro carpintero, una de las aves endémicas de Puerto Rico.

Datos:

Nombre científico: Melanerpes portoricensis

Características del animal: Este pájaro mide cerca de 10 pulgadas de largo. Su plumaje general es negro mate, interrumpido por el rojo brillante de las plumas de su garganta y el pecho y su blancuzca frente, culata y algunas secciones abdominales. La hembra es ligeramente más pequeña y menos brillante que el macho. Sus patas son zigodáctilas, anatómicamente fenomenales para sus desplazamientos, ya que por lo general picotean en posición vertical. Tiene cuatro dedos con largas y filosas uñas en forma de garfio. Dos dedos apuntan hacia adelante y dos hacia atrás, y uno de estos últimos puede doblarse hacia los lados, dándole al ave mayor flexibilidad de movimientos y firmeza para trepar y picotear los troncos. Las duras plumas de su cola se doblan en forma bifurcada para darle mayor anclaje.

Alimentación: Aunque es omnívoro, el pájaro carpintero tiene preferencia por ingerir las larvas de los insectos barrenadores (por lo tanto sirve como un control biológico natural), termitas, piquijuyes, arañas, lagartijitos, escorpiones, caracoles y hormigas, además de semillas y frutas pequeñas. Este pájaro tiene una lengua muy larga y pegajosa la cual emplea para adherir y llevar a su boca el alimento.

- Estimado de población: El pájaro carpintero es bastante abundante en todos los ecosistemas de Puerto Rico donde existan troncos, desde los manglares y bosques xéricos del litoral hasta las húmedas cimas de nuestra cordillera. Con frecuencia se le observa dándole la vuelta y picoteando los postes de madera del tendido eléctrico, hurgando por insectos.

Datos curiosos: Esta ave es muy laboriosa y tiene una ardua tarea para procurar su alimento y construir su nido. Sucede que utiliza su robusto pico para dar de 15 a 20 fuertes cantazos por segundo a la corteza, levantarla y espulgarla durante el forrajeo. Es tarea del macho usar ese picoteo para demarcar su territorio y para cavar su nido en algún segmento muerto y alto del árbol o el poste, o en alguna hendidura que pueda modificar. En ese hueco es que la hembra deposita y empolla unos cuatro huevitos blancos. Sin embargo, esos picotazos representan una acción de mucho estrés anatómico, el cual el carpintero amortigua gracias a que desde las fosas nasales tiene un hueso sólido y flexible llamado hioides. Ese hueso es cuatro veces más grande que su pico, sostiene la lengua, rodea el interior de su macizo cráneo y protege el cerebro como si fuera un cinturón de seguridad.

El carpintero suele desplazarse en parejas o en bandadas de unos cinco individuos. Su presencia se destaca porque hacen una gran bulla con el repertorio de cánticos, detalle que ha sido asociado al espíritu alegre de los puertorriqueños, y una de las razones para designarlo como nuestra ave nacional. Esta ave es objeto de cuentos, poesía, esculturas y de una curiosa leyenda que dice que su pecho era blanco y se manchó de rojo al tallar a la mujer taína.

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