El programa Puerto Rico en Forma fue creado en octubre del 2006 mediante una Orden Ejecutiva en la que el Gobernador instruyó al Departamento de Trabajo a separar $7.8 millones del Fondo de Incentivos Salariales para la iniciativa. Los fondos permiten a los municipios y agencias gubernamentales contratar personal para implantar programas de actividades físicas. Hasta el momento, 55 municipios han recibido certificaciones para el programa.

Ante la desaparición de la Sección 936, las reestructuraciones en el orden económico global, y las presiones competitivas internacionales, la industria manufacturera en la Isla parece estar transitando a toda velocidad hacia la llamada “economía del conocimiento”. El consenso apunta a que Puerto Rico dejó de ser competitivo en los sectores industriales tradicionales, y ahora las ventajas competitivas se concentran en las industrias de alto valor añadido. De cara al futuro, Puerto Rico tiene que imponerse una agenda para mantener e incrementar su competitividad en esta industria. El primer paso debe ser la confección de una nueva Ley de Incentivos Contributivos, para fortalecer su competitividad internacional y continuar atrayendo empresas. El segundo paso, debe ser comenzar a crear las condiciones para que desde Puerto Rico se comiencen a realizar proyectos de investigación y desarrollo (ID). Y finalmente, urge continuar mejorando la oferta académica para que el País pueda producir el mejor capital humano que requerirán las empresas biofarmacéuticas en su proceso de expansión.

A unos siete meses de que expire la alternativa de promoción industrial más importante que tiene Puerto Rico, conocida como la Ley de Incentivos Industriales, conocedores del tema esbozaron los elementos que la Isla debe considerar a la hora de proyectarse al mundo como destino idóneo para hacer negocios. Los entrevistados señalaron que Puerto Rico deberá romper el molde en estas lides e incluir en su oferta al mundo una propuesta que explore la diversificación del capital, los eslabonamientos con el talento y capital local y la creación de incentivos que trasciendan las tasas contributivas. Estos, sin embargo, coinciden en que ninguna ley o paquete de incentivos rendirá suficientes beneficios para Puerto Rico y su gente si la Isla no articula una estrategia económica a largo plazo que responda a un enfoque integrado y que surta el efecto de fomentar el talento y estimular el capital local.

Un grupo de ciudadanos, organizados en la Asociación pro Desarrollo Comunitario del Barrio Bajos y sector Lamboglia, Inc. y el Frente Ambiental de Patillas, se han dado a la tarea de desarrollar estrategias dirigidas a exhortar a los bañistas a disponer adecuadamente de los desperdicios y a valorar los recursos naturales.