Dicen que es mejor prevenir que tener que remediar. En ningún otro aspecto de nuestra vida diaria es esto más cierto e importante que cuando tiene que ver con nuestra salud. Diariamente tomamos decisiones que a la larga o a la corta nos van a afectar. Con el pasar del tiempo, si no hemos prestado atención a esas decisiones ni hemos cuidado de nuestra salud física y emocional, el cuerpo y la mente nos van a pasar la cuenta. Muchas veces estas decisiones que nos afectan negativamente las tomamos sin tener toda la información necesaria, o quizás tenemos información pero no es la correcta ni viene de fuentes fidedignas.