A diario, Puerto Rico enfrenta las consecuencias del cambio climático: desde olas de calor hasta fuertes lluvias y entre junio y noviembre de cada año, temporadas de huracanes que son cada vez más activas. A todo eso se le suman un sistema de salud y una red eléctrica frágiles y un Estado que no siempre parece priorizar al pueblo. . Ante estas realidades, la prevención y el cuidado comunitario son claves para mantenernos preparados ante cualquier fenómeno atmosférico y emergencias —inundaciones, olas de calor, huracanes, terremotos, epidemias, etc.