Las ulceras diabéticas son primera causa de amputaciones en el mundo. Las personas que sufren de diabetes son propensas a problemas circulatorios. Al tener una circulación pobre, los tejidos, principalmente de las extremidades están desprovistas de cantidades normales de oxígeno y otros nutrientes, incrementando la susceptibilidad de estas áreas a heridas, las cuales no cicatrizan con facilidad. Si la herida no se trata y a su vez el paciente no inicia un proceso a la par de control de su diabetes, es posible que el tejido muera y parte de la extremidad tenga que ser amputada. Muchas de estas úlceras permanecen abiertas por años.