La celebración de la Sexagésima Cuarta Convención Regional de la Sociedad Nacional de Honor de Biología, celebrada en el Hotel Costa Bahía en Guayanilla, Puerto Rico, se destaca como el evento más importante y culminativo del ciclo laboral 2016-2017, en este se demuestra la labor realizada durante todo un año de desempeño y trabajo. A lo largo de este año los distintos capítulos que componen la Sociedad Nacional de Honor de Biología, mejor conocida como Tribeta, se dan la tarea de proveer actividades para sus miembros que enriquezcan el conocimiento científico fomentando la investigación dentro de la ciencia natural y social, proveer charlas, talleres y promover el servicio comunitario dentro de sus miembros. Toda esta ardua labor desemboca en una magna actividad donde los distintos capítulos de la Tribeta se reúnen para competir por el premio Boyd B. Palmer. Es con mucho orgullo que podemos decir que el capítulo Zeta Épsilon es nuevamente ganador de tan importante premio que los destaca como un capitulo altamente comprometido con la ciencia y su propagación.

Ocho de los nueve capítulos de la Sociedad de Honor de Biología, que componen la Región del Caribe, se dieron cita del 31 de marzo al 2 de abril para participar de este evento, todos con aspiraciones de ser el capítulo más sobresaliente de la región. En dicha noche del 1 de abril, se propagaba un aura de mucha ansiedad y alegría, pues llegaba el momento de concretarse toda esa labor que con tanto sudor y gusto habíamos emprendido solo un año atrás. Es en esta noche que los capítulos, Zeta Kappa (UPR Ponce), Zeta Alpha (UPR-RUM), Zeta Mu (UPR Carolina), Zeta Nu (Universidad Interamericana, Guayama), Zeta Lambda (UPR Aguadilla), Zeta Gamma (UPR-RP), Zeta Beta (Universidad Interamericana, San Germán) y Zeta Épsilon (UPR Cayey) compiten por galardonarse como el mejor capitulo y obtener la tan codiciada copa. Al culminar tan importante noche, Zeta Épsilon es destacado, por segundo año consecutivo, como el mejor capítulo llevándose así la copa por el premio Boyd B. Palmer, premio que resalta el trabajo documentado durante todo un año, promoviendo las actividades de diseminación científica y trabajos investigativos. Además de la tan codiciada copa, Zeta Épsilon también obtuvo el 3er lugar en el History Chapter E-Book Award, un premio otorgado a un capítulo por su álbum electrónico donde documentan e ilustran todas las actividades científicas y de servicio comunitario que se llevaron a cabo durante todo un año.

Este magno evento no solo se presta para galardonar a los capítulos sobresalientes, sino que el mismo se utiliza para cimentar las bases de la Sociedad de Honor de Biología, diseminar el conocimiento científico. Representantes estudiantiles de cada capítulo presentan trabajos investigativos y afiches durante la mañana del 1 de abril, frente a un jurado compuesto de profesores universitarios. Estos son galardonados por su desempeño y dominio de sus temas investigativos llevando así el conocimiento científico apropiadamente. Nos llena de orgullo saber que representantes del capítulo, Zeta Épsilon, se destacaron de manera excepcional dentro de sus distintas presentaciones. Entre ellos, nuestro miembro Abraham Torres fue reconocido con el premio John C. Johnson en 2^do lugar por su presentación de afiche de su investigación “Development of a Computational Model of Glucose Toxicity in the Progression of Diabetes Mellitus” bajo la mentoría de la Dra. Maytee Cruz. Otros de nuestros miembros lo fueron Carlos E. Soto, Heity Fonseca y Leyda Villagrasa, quienes presentaron sus investigaciones en afiche o en forma de conferencia durante la tarde del 1 de abril junto con compañeros de otros recintos e instituciones universitarias.

Para finalizar debemos dar gracias al capítulo anfitrión, Zeta Beta, por realizar tan espectacular evento, donde todos, como tribetanos, tuvimos la oportunidad de unirnos por una visión común, participando de actividades enriquecedoras y ejemplares de capítulos de una Sociedad de Honor de Biología. La importancia es exuberante en estos momentos, de emprender como juventud y formar parte del crecimiento propio, dar espacio a la transformación que provee la educación y en especial la ciencia.