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Puerto Rico negocia la deuda con terroristas climáticos

Imagen de Isatis Marie Cintron
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Hoy en Nueva York se llevó acabo la ceremonia para la firma del Acuerdo de París. Aunque dicho acuerdo no es suficiente, envía una señal inequívoca al sistema capital y esa es que el mundo necesita mantener los combustibles fósiles en el suelo. La pregunta es si Puerto Rico va a capitalizar en ésta oportunidad.

La deuda actual de $72 billones está manchada petróleo. La preocupación de que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) sea la primera empresa estatal de la isla en declararse en banca rota ha ido en incremento. Esto ha llevado a la agencia a redactar un plan de reestructuración para presentar a los miembros del grupo ad hoc y aseguradoras de bonos "monolines". Pero ¿con quién estamos trabajando?

Algunos miembros de dicho grupo están asociados con el llamado lavado verde. Esto es, cuando una compañía intenta presentarse más ambientalmente consciente de lo que realmente es con el propósito de ganar una mejor reputación. En la carrera para ser “verdes” las compañías exageran hechos o los inventan totalmente.

Este es el caso de Franklin Templeton, representantes de gran parte del grupo de acreedores de la AEE, quienes reportan que es fundamental un acercamiento de abajo hacia arriba en las inversiones que tome los factores climáticos en consideración. Sin embargo, la evidencia del record de sus votos por delegación (“proxy voting”) comprueba incongruencias con acciones responsables climáticamente.

Los votos por delegación es una de las principales formas en las cuales los inversores pueden involucrarse en el manejo activo del porfolio de riesgos y oportunidades relacionadas al cambio climático.  “La inconsistencia en el clima supone un riesgo a la reputación de Franklin dado el record proactivo de mucho de sus competidores” estableció Sonial Kowal, presidente de Zevin Asset Management. 

La macroeconomía estándar y la economía de la falla del mercado nos dicen que el mejor tiempo para apoyar la inversión en actividades de mejora al bienestar social, en necesidad de apoyo público para ser comercialmente viables, es durante una ralentización económica. Esta es la oportunidad para políticas verdes y de bajo carbono. 

Durante los pasados 20 años Latino América ha aceptado el reto del crecimiento verde, logrando capturar 6% de las inversiones globales en energía limpia para el 2012.  Durante el periodo de 2006-2013, Brasil logró atraer $96 billones en inversiones  para energía renovable de los cuales 70% fueron dirigidos hacia el desarrollo de proyectos de energía eólica. Por otro lado, Costa Rica ha logrado que un 4% de su GDP provenga de inversiones para proyectos renovables.

La salud de los ecosistemas es una precondición para la salud de nuestros sistemas sociales y económicos. Los modelos actuales fallan en tomar en consideración los beneficios de un ambiente saludable. Con un costo energético entre 2 a 3 veces mayor que en los Estados Unidos, ¿no será tiempo de que Puerto Rico establezca un marco legal para posicionarse como epicentro caribeño para la inversión en energía limpia en búsqueda de abaratar costos y promover el desarrollo económico del país?

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