Abiertos los surcos para que germine el capital intelectual

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Por Rafael Lama Bonilla / End.rlama@elnuevodia.com endi.com Si bien es cierto que la transformación de Oso Blanco es una de los proyectos más importantes del Fideicomiso de Ciencia y Tecnología (FCT), la misión de esta entidad va más allá mucho más allá de renovar la antigua penitenciaría. “El Fideicomiso no debe verse como algo que surgió para redesarrollar a Oso Blanco”, sostuvo Mariano García Blanco, uno de los fiduciarios privados del Fideicomiso, en entrevista con Negocios. García Blanco, puertorriqueño y profesor con doctorados de Yale, que imparte clases en Duke University y quien realiza investigaciones clínicas de dengue en Singapur, es uno de los seis fiduciarios de alto calibre con los que cuenta el FCT y que sirven como promotores globales para adelantar la gesta de Puerto Rico en su misión de migrar economía del conocimiento. García Blanco sí dejó ver que la transformación de Oso Blanco servirá para fortalecer la industria de manufactura farmacéutica y biotecnológica, dotando a Puerto Rico con los espacios necesarios para realizar trabajos de investigación y desarrollo. La meta, entonces, es posicionar la Isla como un competidor más fuerte en las biociencias a nivel global y desarrollar aún más el capital intelectual de Puerto Rico. Esto ya que, en la manufactura tradicional, la Isla ha perdido competitividad ante mano de obra más barata en países asiáticos. “Pero en el caso de Singapur, (uno de los principales competidores de Puerto Rico) ellos no tienen el historial de manufactura que tiene Puerto Rico. Nosotros sí. Lo que ellos sí tienen es la una fuerte integración entre la academia y la industria y eso es sumamente importante”, sostuvo el científico. Para lograr esto, el desarrollar el Corredor del Conocimiento, con Oso Blanco como pieza clave, es una de las prioridades. “Las posibilidades son muchas, ya que se trata de un área que está en el corazón o el centro de la vida intelectual de San Juan, con el Centro Médico, el Centro de Cáncer y el Recinto de Río Piedras. También tienes el Tren (Urbano) y la transportación que es una gran ventaja que Singapur no tiene”, dijo García Blanco. Mencionó además que los más de un millón de pies cuadrados de laboratorios que se planifican para Oso Blanco servirán de grant generators, o generadores de dádivas para la investigación. Instituciones como National Institutes of Health (NIH) otorgan fondos para investigación a base de propuestas. “Si un laboratorio promedio puede conseguir fondos de $400,000, imagínate lo que puedes hacer con 10 laboratorios”, dijo García Blanco. El fiduciario comentó que una de las áreas que también se podrán desarrollar con la transformación de Oso Blanco son la creación de empresas pequeñas de biotecnología y propiciar el que más firmas de capital de riesgo inviertan en ellas. El tener empresas, laboratorios y centros académicos en una misma comunidad abonará a la integración de la academia - industria necesaria para prosperar en la economía del conocimiento, sugirió García Blanco.

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