Alivia la preñez los síntomas de la esclerosis

Este artículo es reproducido por CienciaPR con permiso de la fuente original.

PDF versionPDF version

Contribución de CienciaPR: 

Este artículo es parte de una colaboración entre CienciaPR y el medio. Por ser contenido original generado por CienciaPR puede reproducirlo, siempre y cuando le de crédito al autor y a nuestra organización.

Autor de CienciaPR: 

Por Irving E. Vega / Especial para El Nuevo Día endi.com La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad neurológica que destruye la mielina -una capa adiposa que rodea las fibras nerviosas y que le da el nombre a la “materia blanca” de nuestro sistema nervioso. La mielina funciona igual que el material aislante que cubre los cables eléctricos, ayudando a conducir rápidamente el impulso eléctrico, que en el caso de las neuronas, es vital para la comunicación entre ellas. Cuando se destruye la mielina la comunicación neuronal se afecta, creando problemas neurológicos que incluyen perdida de sensación, problemas motores y cognitivos. Esta enfermedad afecta a más de 400,000 personas en los Estados Unidos, que en su mayoría se encuentran entre los 20 y 50 años de edad. Se desconoce la causa para esta enfermedad, pero muchos científicos piensan que EM es una enfermedad autoinmunológica, detonada por la ocurrencia de un elemento ambiental desconocido, como una infección viral o bacterial. Se cree también que la genética puede jugar un rol en el desarrollo de EM, ya que se ha encontrado una alta incidencia entre primos. EM es más común entre caucásicos y se ha encontrado que su incidencia es mayor en personas que habitan en latitudes altas (sobre 40° de latitud), alejadas del Ecuador. Sin embargo, no existe evidencia definitiva que demuestre que estos factores son fundamentales para el desarrollo de EM. Se estima que en Puerto Rico, alrededor de 4,000 personas sufren de esclerosis múltiple, pero los datos sobre esta enfermedad en la Isla son escasos. Por esta razón, la Fundación de Esclerosis Múltiple en Puerto Rico se encuentra realizando un estudio, que espera terminar este año, para conocer la incidencia de la enfermedad en Puerto Rico, edad promedio en la que se manifiesta, cuanto tarda la condición en ser diagnosticada, la influencia de la genética, entre otras cosas. Estudios epidemiológicos indican que la EM es de dos a tres veces más común en las mujeres que en los hombres. Aunque la razón para esto se desconoce, algunos estudios sugieren que la diferencia en densidad de la materia blanca entre hombres y mujeres puede contribuir a la discrepancia en la incidencia de EM. En hombres la materia blanca es más densa que en las mujeres, excepto durante la preñez de la mujer. Una vez embarazada, los niveles de materia blanca aumentan en las mujeres. De hecho, se ha reportado que mujeres que sufren de EM sienten una mejoría de los síntomas durante el embarazo. Interesantemente, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Calgary en Canadá, publicado recientemente en el Journal of Neuroscience, demostró que durante el embarazo existe un aumento en la producción de mielina, debido a la proliferación de las células que producen esta sustancia en el sistema nervioso, conocidas como oligodendrocitos. En este estudio se encontró que la proliferación de oligodendrocitos pareció ser promovida por la prolactina. La prolactina es una hormona liberada por la glándula pituitaria, cuya función más importante es la producción de leche materna, por lo que sus niveles son altos durante el embarazo. Cuando los científicos inyectaron prolactina a ratones no embarazadas que habían sufrido laceraciones en su espina dorsal (el centro de la materia blanca por excelencia), estas recuperaron parte de la mielina que habían perdido. Se desconoce por que o como la prolactina causa la remielinación de las fibras nerviosas, pero es tentador pensar que esta podría ser una de las razones por la cual mujeres reportan mejorías en sus síntomas de EM cuando están embarazadas. Los resultados de este estudio sugieren que la prolactina podría en un futuro ofrecer una alternativa para tratar la EM y ofrecer un alivio a todos aquellos que sufren los vestigios de enfermedades tan debilitantes como EM. El autor es Catedrático Auxiliar del Departamento de Biología de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, Director Asociado del Centro para el Estudio Interdisciplinario de Genes, Cerebro y Mente, Instituto FILIUS de la Universidad de Puerto Rico y miembro de www.cienciapr.org.