Alta la mortalidad por asma en la Isla

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Por Marga Parés Arroyo / Mpares@elnuevodia.com El Nuevo Día ¿Sabía usted que semanalmente mueren cinco personas por condiciones asociadas al asma? Aunque la mortalidad ha bajado desde el 2002, Puerto Rico tiene la tasa más alta en todo Estados Unidos. Estos datos salieron a relucir ayer durante la conferencia “Tendencias en el Manejo de Asma”, actividad en la que se reveló que aunque esta es una enfermedad crónica, se puede controlar. Además, que muchos la subestiman, desconocen sus causas o qué medicamentos pueden tomar. Según Yolanda Carromero, catedrática auxiliar del Departamento de Terapia Respiratoria de la Universidad Metropolitana, unas 200 a 300 personas mueren anualmente en la Isla indirectamente por asma. Esto, ya que su condición se descontrola y descompensa otras enfermedades del individuo. “Si, por ejemplo, ya tienes un problema cardiaco, se te descontrola el asma y te puede aumentar la presión, dar taquicardia y sufrir un infarto. La causa de muerte va a ser otra, pero lo que disparó todo fue el asma”, dijo. Datos del Proyecto de Asma, del Departamento de Salud, reflejan que en el 2005 murieron en la Isla unas 112 personas por un diagnóstico de asma. Mientras la tasa de mortalidad en Puerto Rico es de 28 por cada millón de habitantes, en los Estados Unidos es de 15 por cada millón. Según José Bartolomei, del Proyecto de Asma, aunque la tasa de mortalidad aumenta a partir de los 35 años, los más afectados son los mayores de 55 años. Se estima que anualmente solo uno o dos niños mueren por asma, según el epidemiólogo. “El asma se considera uno de los problemas de salud pública más serios en Puerto Rico”, dijo Margaret Wolfe, del Departamento de Salud, quien comentó que el asma es la primera causa de hospitalizaciones en Puerto Rico. Se estima que unos 143,000 menores de 17 años y otros 147,000 mayores de 18 años padecen de asma en el País. Estudios liderados por Benjamín Bolaños, del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, indican que se han detectado esporas de hongo desde El Yunque, Río Grande y Canóvanas hasta Carolina y San Juan. Este aeroalergeno contribuye al desarrollo de condiciones alérgicas y respiratorias, explicó Bolaños, quien recalcó que un purificador de aire (HEPA) puede ayudar a controlarla. Mientras, Carromero urgió a los asmáticos a adquirir un medidor de flujo, aparato que revela cuán estrechos e inflamados están los bronquios para que el individuo sepa qué medicamentos tomar y cuándo acudir a una sala de emergencia.