Amargo antídoto para Amgen

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Por Rafael Lama Bonilla / End.rlama@elnuevodia.com endi.com Ajuste mayor en el paraíso biotecnológico. Esto es lo que se materializa en las colosales instalaciones de Amgen en Juncos, debido a que la empresa de biotecnología más grande del mundo, que en Puerto Rico emplea sobre 2,300 personas, se ha embarcado en un masivo plan de recorte de gastos. El plan global incluye poner en pausa la expansión en Juncos que contemplaba un nuevo edificio para el llenado y empaque (fill and finish) de su popular medicamento Aranesp para la anemia, al igual que otro edificio para la producción del ingrediente activo de esa medicina. Detener estos planes implica -al menos por el momento- aguantar la mayor parte de una inversión de $1,000 millones que Amgen había anunciado en febrero del año pasado para sus operaciones en Juncos y que redundaría en 500 nuevos empleos de aquí al 2010, según confirmó ayer la empresa. Según información que llegó a CazaNoticias de ENDI.COM, Amgen podría anunciar despidos para mediados de julio. Pero en entrevista con El Nuevo Día, Miguel Pereira, portavoz de Amgen en Puerto Rico, explicó la empresa no ha dicho tal cosa. “Sí hemos asumido una postura cautelosa y estamos reduciendo costos. Es una situación corporativa que surge por unas limitaciones que se le han puesto al medicamento Aranesp y la compañía está analizando el impacto potencial que esto pueda tener”, dijo Pereira. Las limitaciones a las que Pereira hace referencia son restricciones impuestas por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), ente regulador que recientemente determinó que los medicamentos de Amgen para la anemia (Epogen y Aranesp), requerirán advertencias más extensas en sus empaques debido a los potenciales efectos adversos en pacientes de cáncer que los utilicen. Cabe señalar que Aranesp y Epogen actualmente representan más de la mitad de los cerca de $15,000 millones anuales en ventas que genera Amgen a nivel global. Según indicó Pereira, Amgen está en pleno proceso de evaluación en todas sus operaciones, incluyendo sus sede en Thousand Oaks, California, Irlanda y Puerto Rico. Agregó que entre las medidas que han tomado figura recortes agresivos en viajes y gastos de entretenimiento. Han detenido la contratación de nuevas plazas y no están llenando las vacantes que surgen a menos que se trate de posiciones críticas para el funcionamiento de la operación. Cuestionado sobre los proyectos de expansión, indicó que pese que están aguantados por ahora, no significa que no se darán en un futuro. Sin embargo, todo va a depender de las evaluaciones que la empresa estará realizando desde ahora hasta agosto. Por otro lado, suplidores de Amgen que prefirieron no ser identificados, indicaron que la empresa sí está reduciendo significativamente el negocio de sus contratistas, por ejemplo en las áreas de manejo de construcción y validaciones. “La cosa no está buena y hay muchos rumores corriendo por la planta”, dijo un ingeniero quien trabaja para uno de los proyectos de Amgen. Establecida en Juncos en 1992, Amgen ha sido uno de los casos de éxito más grandes que ha tenido Puerto Rico en el área de manufactura y “la estrella” en el área de biotecnología. Tanto la Administración de Acevedo Vilá como la de Sila Calderón, la han utilizado en numerosas ocasiones para vender a Puerto Rico a potenciales inversionistas como un lugar ideal para establecer operaciones en el área de las biociencias.