Avalan los boricuas la medicación de la droga

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Por Marga Parés Arroyo / Mpares@elnuevodia.com endi.com Parecería que no, pero sí. Los puertorriqueños presentan una mentalidad más liberal y abierta, muy semejante a la de los países europeos, en torno a aceptar la medicación de las drogas para enfrentar esta problemática en la Isla. La postura local incluso contrasta con la que se tiene en Estados Unidos. Quizás hastiados con la forma en que se ha manejado este asunto durante décadas, los boricuas perciben la adicción a las drogas como una enfermedad, una que debe tratarse como una condición crónica a través del debido tratamiento, como la farmacoterapia. Esos, básicamente, fueron los hallazgos de una encuesta realizada a 400 personas por la firma Lake Research Partners a petición del Open Society Institute. La medición se realizó en agosto pasado vía telefónica. “Estos datos son importantes porque señalan que la gente ve la adicción como una enfermedad, no como un asunto moral o de justicia criminal”, reveló la doctora Carmen Albizu, codirectora de la Alianza para Reducir la Insuficiencia en el Tratamiento de Adicción a Drogas, entidad integrada por investigadores del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, personal del gobierno y entes privados. Mientras 80% de los encuestados percibieron la adicción como una enfermedad, en Estados Unidos solo un 70% opinó igual. “Reconocen que es una enfermedad crónica, como diabetes o hipertensión, pero no como un catarro que requiera tratamiento de treinta días, sino de larga duración, incluso, en algunos casos, por toda la vida”, dijo Albizu. Un 85% de los encuestados admitió, que factores ambientales, conductuales y genéticos pueden predisponer a una persona a la adicción. “No es un problema de debilidad moral, como ha sido el discurso de “Dile no a las drogas”. Nuestro pueblo es más sabio que muchas personas”, dijo Albizu, quien recalcó que un 85% de los entrevistados percibe que el tratamiento para la adicción, incluyendo la medicación, es efectivo. Como muestra de la costoefectividad de la medicación, versus otras alternativas más punitivas, Albizu comentó que el costo anual del tratamiento con buprenorfina es de unos $4,000 a $5,000 por individuo, mientras que el costo de mantener a un preso ronda los $40,000 el primer año y $23,000 los años subsiguientes. Albizu subrayó que el tratamiento estándar para la dependencia a la heroína y otros opiáceos, reconocido por la Administración federal de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), es la farmacoterapia. Sin embargo, según datos de la Alianza se estima que sólo ocho de cada 100 adictos en Puerto Rico recibe tratamiento. Aunque la medicación no estaba incluida en la plataforma del gobernador Luis Fortuño, Nydia Ortiz, de la Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción, asegura que el gobierno está “comprometido” en avalar la medicación. Ortiz recalcó que se estima que en el país hay unas 60,000 personas con dependencia a las drogas, de las cuales unas 7,000 reciben tratamiento en los seis centros de metadona de Assmca. Estos números son parte de una encuesta que realizó la agencia, cuyos datos serán dados a conocer en los próximos días, según anticipó Ortiz. De acuerdo con estos números, actualmente unos 12 adictos, por cada cien, reciben tratamiento para su dependencia a las drogas. Albizu, quien le mostró a la prensa parte del testimonio de un adicto recuperado, resaltó cómo a través de la buprenorfina los dependientes a las drogas pueden salir adelante socialmente y en sus vidas familiares. Según explicó el doctor Ángel González, codirector de la Alianza, actualmente la Administración de Seguros de Salud (Ases) evalúa la posible implantación de un proyecto piloto en la región este para tratar entre 3,000 a 4,000 adictos durante tres años a través de la buprenorfina. “Primero irían a un centro de inducción y luego que se estabilicen se referirían a médicos primarios autorizados a recetar buprenorfina para darles seguimiento”, dijo González. Elba Vázquez, directora de la Corporación Sanos, recalcó cómo, con el apoyo del municipio de Caguas, esta entidad inició el año pasado un proyecto piloto con quince adictos. Luego de consejería sicológica, a través de este modelo el individuo es referido a un tratamiento de medicación.