Boricuas bajo la lupa de MIT

Este artículo es reproducido por CienciaPR con permiso de la fuente original.

PDF versionPDF version

Contribución de CienciaPR: 

No

Por: 

Yalixa Rivera Cruz / yrivera@elnuevodia.com
Desde la izquierda, Richard Locke, de MIT, y Jon Borschow, presidente de la Fundación para Puerto Rico. (fotos / CARLOS.GIUSTI@GFRMEDIA.COM)

En su afán por fortalecer y hacer crecer la economía de las empresas puertorriqueñas, la Fundación para Puerto Rico (FPR) celebró recientemente, por segundo año consecutivo, el encuentro entre entrepreneurs locales y estudiantes de maestría de Massachusetts Institute of Technology (MIT).

Un total de 16 estudiantes de la prestigiosa universidad y matriculados en el curso Puerto Rico Global Entrepreneurship Lab (G-Lab) tuvieron la tarea de estudiar el ambiente de negocios local a través de cuatro empresas locales, para las cuales hicieron un plan de negocios de acuerdo con sus planes de expansión y crecimiento.

Jon Borschow, fundador y presidente de Fundación de Puerto Rico, explicó que, al igual que durante el curso anterior, el propósito de la alianza es lograr que estos planes de negocios se trabajen para empresas con el potencial estratégico necesario para exportar sus productos o servicios.

Este año las compañías escogidas fueron Alchavo.com, Plastek, Grasslark y Grupo Guayacán.

“Entendemos que el empresarismo es indispensable para que Puerto Rico se pueda integrar efectivamente en la economía global, por eso con esta iniciativa intervenimos con empresas que tienen ese potencial de convertirse en compañía estratégicas para el desarrollo económico del país”, destacó el presidente.

La misión es ayudarlos a acelerar sus proyectos con la experiencia y el conocimiento de estos estudiantes de segundo año del programa de Sloan Global Entrepreneurship Lab.

“Ellos, junto a su profesor y encargado del programa Richard Locke (director del Departamento de Ciencias Políticas y Planificación de MIT), trabajan en la búsqueda que cómo tiene que evolucionar el sistema de negocio en Puerto Rico para ser competitivo”, explicó Borschow.

Hacia la globalización

Según el portavoz de la organización, esta alianza es un paso más para que Puerto Rico pueda insertarse en la economía global.

“Para poder lidiar con ese mundo tan grande tenemos que juntarnos. La comunidad empresarial tiene que unirse para lograr ser exitosa y eso es algo que estamos trabajando con la fundación”, comentó el presidente.

Sin embargo, aclaró que antes deberán invertir en la modificación de su plataforma tecnológica para que se pueda adaptar a los reglamentos contributivos del vecino país, y de paso les sirva de preparación para continuar la expansión a otros países, como Costa Rica y Chile, donde el grupo determinó existe una demanda real para su producto. 

Plastex

Plastex, una empresa manufactura de productos de plástico en el área oeste, fue otra de las empresas que también estuvo bajo la lupa de los estudiantes graduados.

En este caso los universitarios señalaron que las posibilidades de crecimiento de esta empresas estaban en la industria de reciclaje. El “Team Plastek determinó que la empresa debe comenzar con un programa de recogido de materiales reciclables dentro de su zona geográfica, en este caso el oeste.

Según el grupo esta sería la forma más inteligente de iniciarse en el nuevo negocio sin tener que incurrir en gastos demasiado excesivos, ya que es una industria que aún no representa grandes sumas de ingresos, además de que en Puerto Rico no hay mucha concienciación sobre el tema.

Grasslark

El grupo de MIT discutió la posibilidad de éxito de Grasslark, empresa emergente que busca establecerse como distribuidor de máquinas expendedoras de bebidas alcohólicas.

La recomendación que prevaleció fue la del posicionamiento de estas máquinas a revendedores de alcohol, como discotecas, hoteles, restaurantes y barras, donde un empleado que sirve bebidas las utilice para agilizar el despacho de tragos.

Aunque, la idea de Grasslark era más bien utilizar el equipo para colocarlo en lugares donde se reunen muchas personas como en hoteles, conciertos o eventos al aire libre y que el usuario pudiera hacerse, por ejemplo, su propio “Cuba libre”, sin la intervención de un empleado, similar a como se compra un café en una máquina dispensadora.

Pero los retos con esta alternativa son problemas de seguridad en cuanto a la verificación de la edad legal para consumir alcohol de los usuarios.

Tags: 

Categorías de Contenido: