Por Gerardo E. Alvarado León / galvarado@elnuevodia.com endi.com Hasta hace poco tiempo su hábitat conocido eran los matorrales costeros secos del suroeste. Sin embargo, una investigación reciente reveló que el guabairo de Puerto Rico vive tan al este como en Guayama. Este hallazgo ha puesto a pensar a los investigadores quienes se cuestionan si, en efecto, la especie verdaderamente está en peligro de extinción. El ave fue designado como tal en el 1970 y este año la entidad conservacionista Bird Life International publicó el libro Rare Birds Yearbook 2008, donde fue nombrado como una de las 189 especies más amenazadas del planeta. En 2006 -cuando inició el estudio- se detectó una nueva población de 19 aves en el sector Las Cuevas de Lajas. También el barrio Caín de San Germán y en Cerro Vertero, en el Valle de Lajas. El 19 de febrero pasado fue detectado en el sector Los Burros, al este de Juana Díaz. La búsqueda prosiguió hasta detectarlo en el barrio Los Llanos de Coamo. Hubo más descubrimientos en el barrio Quebrada Yeguas de Salinas, y otro en el barrio Carmen de Guayama. “En el área se han detectado tres individuos y hasta ahora ese es el récord (de hábitat) más al este”, dijo Héctor Quintero Vilella, profesor de la Universidad Interamericana en San Germán a cargo de la investigación. El estudiante graduado Manuel Cruz Calderón, de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, también investigó. El profesor dijo que hicieron búsquedas en Fajardo, Naguabo, Humacao, Maunabo y Arroyo, pero todas fueron negativas. “Seguiremos buscando nuevas localidades para luego hacer censos detallados donde se pueda determinar la abundancia”, sostuvo. Quintero Vilella explicó que hay dos factores que propician la expansión territorial del guabairo: “el abandono de la agricultura”, que permite la rehabilitación del suelo de los bosques, y la reducción en la población de la mangosta, depredador de la especie. “Con este estudio podríamos lograr que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales y el Fish and Wildlife Service extiendan el área protegida de la especie y asignen más fondos económicos para su conservación”, apuntó el profesor.