Clave un boricua en el manejo de la sequía en California

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Por: 

Gerardo E. Alvarado León
Carlos Suárez Oliva (izquierda) es el director estatal para California del Servicio de Conservación de Recursos Naturales federal, adscrito al Departamento de Agricultura Federal. (Suministrada)

Un puertorriqueño es el encargado de procurar “que no se pierda el balance” entre los usos agrícolas y ganaderos y la conservación del recurso agua en California, estado de la costa oeste norteamericana que desde 2013 enfrenta su peor sequía, hasta el punto que están oficialmente en alerta roja.

Su nombre es Carlos Suárez Oliva, de 48 años y natural de San Juan, quien labora como director estatal para California del Servicio de Conservación de Recursos Naturales (NRCS), adscrito al Departamento de Agricultura Federal (USDA).

“El problema principal que tenemos en California es la sequía. Mi trabajo es identificar cuáles son los insumos, alternativas o herramientas que tenemos para darle asistencia a los agricultores y ganaderos para aliviar o mitigar los efectos de la sequía, y prepararlos para seguir produciendo sus productos de forma tal que mantengan de forma sostenible los recursos naturales”, explicó Suárez Oliva en entrevista telefónica con El Nuevo Día desde Sacramento, donde reside.

“Mi trabajo es proveer ese liderato; hablar con los directores, como el secretario de Agricultura y de Recursos Naturales del estado y las agencias de conservación silvestre, para identificar las áreas más susceptibles y vulnerables, y proveer asistencia técnica y financiera para mantener la producción y que se protejan los recursos”, abundó.

Suárez Oliva, quien está a cargo de 400 empleados, tiene un presupuesto anual de $175 millones y maneja una cartera de proyectos de conservación de recursos naturales de cerca de $1,000 millones. Posee un bachillerato en tecnología en mecanización agrícola, con una especialidad en ingeniería en conservación de suelos y agua, de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Mayagüez . Posee, además, una maestría en estudios geoambientales de la Universidad de Shippensburg, en Pensilvania, un postgrado en liderato democrático del Instituto de Ejecutivos Federales, y otro postgrado en política pública de la American University, en Washington, D.C.

Suárez Oliva empezó a trabajar en el USDA-NRCS hace 23 años, siendo su primera experiencia la de estudiante en un internado en la oficina que la agencia tenía en San Germán. Hace dos años y medio, ocupa la posición de director estatal para California, considerada “senior” por el tamaño y la complejidad del estado. El otro puesto que se considera “senior” es el de director estatal para Texas.

“Esta posición me hace sentir muy orgulloso, porque dentro de la agencia tenemos cerca de 11,500 empleados, 400 de ellos en California, y solo hay 22 que tenemos la designación de ‘senior executive service’. Saber que soy uno de ellosno es solo orgullo personal, sino que representar a la Isla es algo que me tomo muy en serio”, dijo Suárez Oliva, al señalar que su selección se dio en un proceso de competencia.

 

Carlos Suárez trabaja en el USDA-NRCS desde 1992. (Suministrada)

Carlos Suárez trabaja en el USDA-NRCS desde 1992. (Suministrada)

 

Desde 1992, Suárez Oliva ha trabajado en el USDA-NRCS como especialista en conservación de recursos naturales en Virginia Occidental, como director de oficina de campo en Pensilvania, como coordinador de programas de conservación a nivel estatal en Indiana, como asistente al director para operaciones de campo en Wisconsin, como subdirector para la agencia en Nebraska, California y Florida, y como director interino para las islas del Pacífico, en Hawái. También se desempeñó como subdirector interino de la Agencia para el Desarrollo Internacional de los Estados Unidos (USAID) en la embajada estadounidense en México.

Pero, una de las experiencias más gratificantes para Suárez Oliva fue cuando trabajó, por espacio de dos años, en la embajada estadounidense en Nicaragua, desde donde dirigió un proyecto de reconstrucción tras el paso del huracán Mitch en 1998.

“Ha sido el trabajo de mayor satisfacción, tanto a nivel profesional como personal. Estábamos ayudando a personas que no tenían nada, gente que vivía a nivel de $400 al año en ingresos. Lo mío era coordinar la reconstrucción de las partes agrícolas afectadas. Fui como por tres meses para un proyecto de control de inundaciones, pero luego salieron dos posiciones de coordinador, solicité y fui seleccionado. Mi enfoque entonces fue en manejo de cuencas, restauración de terrenos agrícolas y trabajos de infraestructura. Tenía un presupuesto a cargo de $10 millones, dinero con el que también capacitamos a técnicos locales para que siguieran con la implementación”, contó Suárez Oliva, quien aspira a seguir llevando sus conocimientos en conservación de recursos naturales a nivel internacional.

“No vivimos en sistemas cerrados; el ambiente no respeta fronteras y lo que puede pasar en México, por ejemplo, afecta a todo el mundo”, concluyó.

 

 

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