El Mucarito: El rey del ‘jangueo’ nocturno

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Por Miguel A. Acevedo y Luis J. Villanueva Rivera

endi.com

No existe estudiante universitario en nuestra Isla que soporte un “jangueo” tan intenso como el del Mucarito (Megascops nudipes).

Y es que nuestro Mucarito no toma descanso. Sale todas las noches en busca de comida y aventuras. Pero nuestro Mucarito no es tan sólo el rey de la vida nocturna en nuestros bosques sino que también es bastante buen mozo. Posee un cuerpo robusto y una cabeza muy grande. Su plumaje es pardo oscuro y blanco, con unos ojos enormes rojizos y cejas blancas.

¿Por qué este físico tan singular? Los múcaros están adaptados para las condiciones nocturnas. A diferencia de la mayoría de las aves, sus ojos están ubicados en la parte frontal de su cabeza (como los humanos) lo que les ayuda a capturar sus presas. Además, sus ojos tienen una pigmentación especial, usualmente anaranjada, roja o amarilla que le permite una mejor visión en la noche. Al ser aves nocturnas, no requieren de plumajes vistosos, por lo que la gran mayoría son de colores poco llamativos.

Existen alrededor de 189 especies de múcaros en el mundo que están distribuidos por todos los continentes, menos en Antártica. De estas, cuatro pueden observarse en la Isla: la Lechuza (Tyto alba), el Buho Carnudo Americano (Bubo virginianus), el Múcaro Real (Asio flammeus) y el Mucarito.

El Mucarito es el único endémico y es el más común en Puerto Rico. Como la mayoría de las especies nocturnas, es más fácil escucharla que observarla. Nuestro múcaro endémico se pasea entre el denso follaje de los bosques pero, si usted es un pajarero muy observador, podría verlo cruzando carreteras y caminos vecinales al atardecer.

Algunos conocen al Mucarito como el “rey del jangueo nocturno” pero otros lo conocen como el “depredador nocturno”. Aunque este nombre parece sacado de una novela de terror, lo cierto es que nuestro Mucarito sale en las noches a depredar una gran variedad de animales entre los que se encuentran insectos grandes como grillos, saltamontes, cucarachas, escarabajos, mariposas y orugas. En algunas ocasiones, toma presas un poco más grandes como pequeñas aves, lagartijos, coquíes y roedores.

Este depredador nocturno se pasea por los cafetales de la Isla y muchas veces los campesinos acusan injustamente a los Mucaritos de comerse las cáscaras maduras del café y tirar luego la semilla al suelo, lo que causa daño a la cosecha. Los responsables reales de dicho crimen no son los múcaros sino algunos pájaros, roedores o murciélagos; animales de los cuales el Mucarito se alimenta. Virgilio Biaggi en su libro “Las aves de Puerto Rico” recoge un verso jíbaro que describe esta acusación:

Abre múcaro los ojos,
Otro pájaro te engaña;
Otro espepita el café
Y tú trepao en la rama.

Dado esta acusación de daño agrícola causado por el Mucarito y la superstición de que las aves rapaces traen mala suerte, estas aves han sido perseguidas y cazadas por campesinos y agricultores. Sin embargo, el Mucarito puede llegar a ser hasta un buen controlador de plagas, ya que se alimenta de roedores e insectos que sí podrían afectar las cosechas.

¿Cómo podemos ayudar a proteger a nuestro Mucarito? El Mucarito necesita parchos de bosques de 2 a 5 hectáreas para vivir. Por lo que recomendamos mantener árboles frondosos en los alrededores de nuestras casas, en nuestros patios y jardines. Así, quizás alguna noche un Mucarito decida “janguear” en el patio de su casa.

Los autores son biólogos y coordinadores del programa Ebird de Puerto Rico.