En riesgo un pulmón verde
Enviado el 14 mayo 2007 - 11:16am
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Por Patricia Rivera Meléndez / privera@elnuevodia.com
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Rodeadas por 36 comunidades, ocho escuelas, cuatro avenidas y siete proyectos residenciales en construcción, quedan siete cuerdas de bosque que proveen oxígeno, sombra y protección a los residentes de Cupey.
Allí, los vecinos luchan por que el único pedazo verde que les queda, conocido como la montaña Monzón, sobreviva a un proyecto de vivienda propuesto para construcción que, según sostuvieron ayer, acabaría con la montaña y con una quebrada afluente del río Piedras.
El terreno estaba incluido en el Corredor Ecológico de San Juan pero, en lo que los vecinos catalogaron como una “extraña” movida, la representante Jenniffer González presentó una medida para excluirlo.
Gloriselle Negrón, residente del condominio Veredas del Monte, en Cupey, cuestionó cómo el desarrollador, Tens Development, construirá un complejo de cuatro edificios con 312 apartamentos en una montaña, sin afectar su topografía. “No hay forma ni manera de poner estos edificios si no aplanan”, expresó Negrón.
Denunció que con el proyecto, denominado Lomas del Señorial, incrementarían los problemas de interrupción en los servicios de agua y luz y de congestión de tránsito que ya afectan a los vecinos de la zona. Negrón sostuvo que el impacto a la quebrada podría aumentar, también, los riesgos de inundación del río Piedras en las zonas de Puerto Nuevo y University Gardens.
Los vecinos han pedido al desarrollador un plano que presente cómo quedaría la topografía del terreno con las cuatro torres, documento por el que aún esperan. El Nuevo Día Domingo intentó obtener una reacción del proponente, ingeniero Camilo Almeyda Eurite, pero no estuvo disponible.
La Evaluación Ambiental del proyecto está detenida en la Junta de Calidad Ambiental porque el Departamento de la Vivienda no ha sometido unos documentos desde agosto del 2006, según el expediente del caso. Los residentes indicaron que tuvieron que llamar el martes al Cuerpo de Vigilantes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales porque desde temprano en la mañana, y aún sin los permisos, varias máquinas comenzaron a tumbar los árboles y a remover el terreno.
“Ellos alegan que lo están haciendo para el estudio de suelo, pero no tienen los permisos... Si seguimos a este paso, lo único verde que vamos a tener son las casas pintadas de verde”, dijo Negrón.
“En los últimos años, el cambio en el clima ha sido inmenso. La única brisa que nos viene es de este monte. Además, tenemos problemas con el ruido y con el polvo”, manifestó Elaine Morales, residente en la urbanización Villa Olga hace 30 años. Esos cambios podrían incrementar las enfermedades respiratorias y cardíacas, advirtió el médico Basilio Santiago Pérez, residente en la urbanización Sagrado Corazón.
Ésta no es la única controversia en la zona que involucra a Almeyda Eurite. A menos de una milla de distancia, el ingeniero propone otro proyecto en un remanente de terreno entre los condominios Colinas del Bosque y Paseo Real y detrás de otra quebrada. Allí, los vecinos también dan su batalla.