Escondite lunar

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Por Diana Centeno Delgado / Especial para el Nuevo Día endi.com El eclipse de la luna sucedido recientemente volvió a despertar el interés por este fenómeno celeste. Los eclipses vienen en dos variedades: eclipses de Sol y eclipses de Luna. Los eclipses de Sol (visibles en el día) ocurren cuando la Luna se encuentra en su fase de luna nueva. Durante la fase de luna nueva la Luna se sitúa entre la Tierra y el Sol. Por otro lado, los eclipses de Luna (visibles en la noche) ocurren cuando la Luna, en su fase de luna llena, se mete en la sombra de la Tierra y la luz del sol no le llega directamente. Existen temporadas de eclipses tal y como existen temporadas de huracanes. Normalmente las temporadas de eclipses ocurren dos veces al año. Cuando ocurren las temporadas de eclipses, observamos eclipses de Luna y eclipses de Sol en un intervalo de dos semanas. Esto se debe a que la Luna corta el plano que hacen la Tierra y el Sol dos veces al año normalmente. Sin embargo, pueden pasar años sin ver un eclipse, porque es muy común que éste ocurra a la hora menos indicada para nosotros los puertorriqueños; un eclipse de Luna que ocurre mientras es de día de Puerto Rico o un eclipse de Sol a las horas de la noche pasan desapercibidos para nosotros y esto ocurre bastante a menudo. Este año, l. Sin embargo, no veremos el eclipse total de Luna de agosto 28 porque ocurre cuando sale el Sol en Puerto Rico; y el eclipse de Sol de septiembre 11 solamente lo verán los suramericanos. Los eclipses de Sol ocurren por una gran coincidencia en los cielos, ya que la Luna es 440 veces más pequeña que el Sol, pero el Sol está 440 veces más lejos. Visto desde la superficie de la Tierra, ambos tienen el mismo tamaño angular. Esto permite que la Luna oculte totalmente el Sol para una región bien pequeña del planeta, permitiendo así los eclipses solares. Barómetros de limpieza Los eclipses de Luna pueden utilizarse para llegar a conclusiones sobre el estado de limpieza de la atmósfera de la Tierra. Cuando la atmósfera está limpia, la Luna en eclipse total se observa de un color rojizo brillante porque la atmósfera de la Tierra permite el paso de la luz roja que proviene del Sol. Cuando hay bruma, ceniza de volcán o polvo del Sahara en la atmósfera, la Luna se pone opaca a la luz roja, y cuando está eclipsada, adquiere un color negruzco, como pasó al comienzo del eclipse del sábado pasado. Por esto, el color de la Luna en eclipse total es un indicador de la calidad de la atmósfera. Luego de la erupción, hace unos años atrás, del volcán Pinatubo en las Filipinas ocurrió un eclipse de Luna en donde la Luna estaba tan ennegrecida que daba mucho trabajo ubicarla en el cielo. Los que se perdieron el eclipse de la Luna del sábado antipasado tendrán que esperar un par de años para volver a observar un fenómeno que no ha dejado de maravillar a las personas desde épocas ancestrales. La autora labora en el Observatorio de Humacao Departamento de Física y Electrónica, U.P.R. en Humacao.