Histórico festejo en la costa

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Por Cynthia López Cabán / End.cynthia.lopez@elnuevodia.com endi.com Fajardo - Ana García López visitó ayer la Reserva Natural Las Cabezas de San Juan “por muchísimas razones”. “Esto es precioso y uno aprende mucho”, expresó la mujer de Aguas Buenas mientras devoraba un sabroso plato de guineos y cuajito. La mujer, que llegó al lugar acompañada de una trulla de hijos y nietos, tenía en agenda una parada en el faro y participar en la actividad “Pajareando con sentido”, un recorrido para observar las aves. Su hija, Mariana Díaz, que también saboreaba otro plato de cuajito, comentó que visitó el lugar como parte de una actividad familiar de turismo interno. Como este grupo, cientos de personas llegaron ayer a este espacio verde para participar del “Festival de Pescao y Arepas”, un evento realizado por el Fideicomiso de Conservación para celebrar el traspaso del histórico faro a la organización sin fines de lucro. Desde 1975, el Fideicomiso es propietario de esta reserva natural de 428 cuerdas. La entidad, con sede en el Viejo San Juan, administró durante los pasados 21 años el faro y sus 17 cuerdas de terreno circundantes mediante un contrato de arrendamiento con la Guardia Costanera de Estados Unidos. Pero, el 30 de abril, esta institución, cuya misión es conservar y enaltecer los recursos naturales de la Isla, recibió el título de propiedad de la estructura y el terreno. El director ejecutivo del Fideicomiso, Fernando Lloveras, indicó a El Nuevo Día Domingo que con este traspaso se consolidan los terrenos y se protegen a perpetuidad para el beneficio del pueblo de Puerto Rico. “Aquí tienes un gran laboratorio educativo y un gran centro ecológico. Además, un vivero de peces para toda esta comunidad de Fajardo”, dijo Lloveras. La superintendente de la Reserva, Elizabeth Padilla, señaló que el lugar cuenta con siete ecosistemas: bosques secos, bosques de manglar, laguna bioluminiscente, playa arenosa, playa rocosa, arrecifes de coral y praderas de talasia, que alimentan a la tortuga verde y al manatí, entre otros animales. El lugar es idóneo para la observación de aves, ya que cuenta con 99 especies que habitan o visitan el lugar en algún punto del año como parte de sus patrones migratorios. La celebración, que continúa hoy, contó con venta de artesanías, una estación de venta de pescado fresco y otra de comida típica, que incluía frituras y dulces del País. En su puesto de venta de pescado, el presidente de la Asociación de Pescadores de Maternillo y Mansión del Sapo, Miguel “Chan” Dávila, explicó el “truco” para una buena ensalada de carrucho. Dijo que el molusco se cocina en una olla de presión durante 25 ó 30 minutos y luego se deja enfriar al natural. “No le puedes echar agua fría porque se pone como goma de carro”, afirmó. Una vez el carrucho esté frío, se añaden el vinagre, aceite, tomates, ajo y cebolla. A pocos pasos, unos niños jugaban en un inmensa tela de araña, construida en madera y soga, a la entrada del lugar.