Humus de lombriz para la economía

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Por Andrea Martínez / amartinez@elnuevodia.com El Nuevo Día Francisco González Delgado trabajó por 18 años en la industria farmacéutica. Un año antes de quedar sin trabajo, anticipando esa jugada del destino, comenzó a hacer averiguaciones sobre un posible negocio para desarrollar. “A comienzos del año 2008, vislumbrando que la pérdida de empleos en la industria farmacéutica pudiera estar alcanzándome en un futuro cercano, comencé a evaluar potenciales negocios que podría iniciar”, manifestó. Agrónomo de profesión, quiso desarrollar un negocio que apoyara la agricultura, involucrara sus conocimientos en manufactura, usara insumos locales, y promoviera el reciclaje. De esa forma, tropezó con el “humus de lombriz”, también conocido como lombricultura o vermicultura. Al presente, elabora el producto con el nombre Vermimax, definido como un suplemento orgánico para plantas y acondicionador de suelos que consiste de los desechos que producen las lombrices de tierra cuando consumen y digieren la materia orgánica. Según el agrónomo, “los desperdicios vegetales son para las lombrices y los desperdicios de las lombrices son el alimento de las plantas, esa es la cadena normal de la naturaleza”. “El humus de lombriz es usado mundialmente como producto principal en la agricultura orgánica”, dijo González Delgado, desde su planta de producción ubicada en la Hacienda Vega Grande, localizada en el barrio Mameyes de Jayuya. En su búsqueda, se decidió por la tecnología mercadeada por una empresa de Wisconsin, jurisdicción que visitó para comprar el equipo y tomar los adiestramientos de rigor. Indicó que en Wisconsin cuentan con la mejor metodología en el campo de la vermicultura. En verano de 2008, comenzó a darle forma al concepto con una inversión inicial de $6,000, producto de un préstamo personal. Inició la elaboración a una escala menor los fines de semana. Posteriormente, se enteró por un compañero de trabajo del programa La llave para tu negocio, por lo que acudió a la Compañía de Comercio y Exportación, donde le ayudaron a hacer un plan de negocios y a preparar una propuesta que se refirió al Banco de Desarrollo Económico (BDE), ente que la aprobó un préstamo en diciembre de 2009. Unos meses antes, en septiembre, González Delgado se había quedado desempleado, y se dedicó a desarrollar el negocio. Cuando le aprobaron el financiamiento de $90,000, utilizó $70,000 para desarrollar la etiqueta del producto Vermimax, un sitio de internet (vegagrande.com), compró bolsas y empaques, y trabajó con el mercadeo del producto. “Por fin, en diciembre de 2010 comenzamos a distribuir Vermimax luego de un año difícil donde la familia ha tenido que someterse a grandes sacrificios debido a la ausencia de ingresos. Nos falta aún camino por andar, ya que las ventas todavía son bajas. Esto es un producto nuevo para Puerto Rico y toma algún tiempo en que los potenciales usuarios descubran su gran utilidad y beneficio”, manifestó el agrónomo. Al presente, cuenta con un área de 4,000 pies cuadrados para desarrollar el suplemento orgánico para plantas y acondicionador de suelos. Allí procesa 300 metros cúbicos de pulpa por año, aunque tiene capacidad para procesar 600. Tiene cuatro empleados a tiempo parcial. “Apliqué metodología y técnicas de manufactura farmacéutica para tener un proceso en control y un producto de alta calidad. Adquirí equipos obsoletos de la industria farmacéutica para adaptarlos a mi operación”, abundó. “Evalué varias especies nativas de lombrices hasta dar con una tan o más eficiente en la producción de humus que las ofrecidas en el mercado internacional. Al momento de aprobarme el préstamo, ya tenía la población de lombrices necesarias para el proyecto. Esto me resultó en una economía de aproximadamente $10,000 más el orgullo de estar usando lombrices boricuas y no recurrir a la importación”, dijo González Delgado. Al momento, mantiene una población de 100,000 lombrices que trabajan afanosamente en la producción de humus. Igualmente, cuenta con viveros de lombrices, que pudieran estar disponibles para la venta. Como materia para consumo de las lombrices, recibe la pulpa del procesado de café, que de otra manera sería desechada. Dice que si bien al momento un agricultor le regala la materia -que de otro modo tendría que buscar dónde botar-, espera que llegue el momento que pueda comprársela. “Yo le resuelvo el problema del desperdicio”, indicó. “Este producto tiene unas propiedades beneficiosas únicas para las plantas y el suelo: aporta y regula la nutrición de las plantas; tiene biomasa alta de organismos beneficiosos que restauran la flora del suelo y mejora la estructura del suelo, pues tiene alta porosidad, baja cohesión y baja plasticidad, lo que permite un buen drenaje y airear las plantas”, explicó el agrónomo. Añadió que el producto, por estas razones, produce plantas más resistentes a enfermedades, lo que reduce el uso de pesticidas y la planta se desarrolla con colores y olores más intenso, maximiza el sabor. Aunque tiene unas 20 jardinerías que venden su producto, así como Fresh Mart, y Massó, contrató la firma Webcor corp, para que mercadee Vermimax a empresas de “landscaping” y campos de golf. Webcor lleva humus a los potenciales clientes y hace pruebas para que observen su efectividad.