Las lecciones de Marazzi

Este artículo es reproducido por CienciaPR con permiso de la fuente original.

PDF versionPDF version

Calificación: 

0
Por Rafael Lama/Para tu consumo El Nuevo Día La decisión de suspender al director del Instituto de Estadísticas, Mario Marazzi, el domingo pasado, no sólo pone en manifiesto el problema de transparencia que encara Puerto Rico, pero trae toda una serie de interrogantes que necesitan ser contestadas por esta Administración. En síntesis, Marazzi, reclamó mediante un interdicto que el Departamento del Trabajo publicara el Índice de Precios del Consumidor (IPC), herramienta que determina el costo de vida y se utiliza para prácticamente todo, desde negociar convenios colectivos hasta determinar las dietas que se le dan a los legisladores. Al utilizarse una metodología errónea para calcularlo, el IPC se sobre estimó por varios años y por lo tanto se tomó la decisión de corregir el mismo. Esa corrección se hizo en diciembre de 2009 y hasta el sol de hoy el Departamento del Trabajo no lo ha publicado. Marazzi radicó un interdicto para que se publicara el IPC y como resultado vino su suspensión sumaria. Dos días antes de que la Junta de Directores tomara la decisión de suspender a Marazzi, tuve la oportunidad de compartir con él en la Asamblea de la Asociación de Economistas de Puerto Rico. Durante nuestra conversación salió a relucir el tema del IPC. Al cuestionarle sobre el estatus del mismo, Marazzi respondió “it’s done” (está listo). Pero dijo desconocer el por qué de la renuencia de publicarlo. Luego de nuestra conversación, Marazzi dirigió un foro sobre la importancia de tener estadísticas confiables y al día, cosa que en Puerto Rico se hace cada vez más difícil. Precisamente, dos días después del foro, la Junta de Directores decide sacarlo, ante la insistencia de Héctor Morales, ex presidente de la Junta de Planificación y ahora secretario general del Partido Nuevo Progresista. Ahora el Gobierno tiene que contestar ¿por qué permitió el que se tomara esta acción? ¿Por qué tratar de truncar una acción que, en esencia, lo que busca que divulgar datos y estadísticas que nos ayudarían como país a mejorar nuestros planes de desarrollo económico? Al día de hoy, Marazzi sigue como director ejecutivo del Instituto de Estadísticas, ya que de acuerdo al reglamento, no hay base para su destitución. Tal vez los artífices de este rollo no contaban con que Marazzi daría la pelea. Se trata de un joven con una preparación A+. Cuenta con doctorado en Economía de la Universidad de Cornell; maestría en economía del London School of Economics; bachillerato de Harvard también en Economía. Una persona que ha trabajado para la Reserva Federal, que podría estar ganando más dinero allá y probablemente con menos dolores de cabeza y sin ser víctima de la politiquería barata que hoy día impera. Su lucha merece distinción y su renuencia a tirar la toalla es digna de emular. Definitivamente un funcionario con cualidades en peligro de extinción ante una sistema en el que, lamentablemente, los intereses políticos se interponen sobre el bien común. Acciones como las de Marazzi son las que necesita esta país para salir a flote. Dentro del caos y el mal sabor que ha generado toda esta controversia, emerge una aire de esperanza de que tal vez no todo está perdido. De que hoy día quedan personas éticas, dispuestas a dar la pelea por un mejor Puerto Rico.