Neurociencia al alcance de los jóvenes

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Kevin Alicea Torres
La doctora Edmarie Guzmán Vélez, a la izquierda, indicó que, a raíz de la pandemia de COVID-19, usaron la tecnología para expandir los recursos y la cantidad de participantes del programa de verano. (Suministrada) (ELNUEVODIA.COM)

Luego de dos años buscando un programa de verano que le proveyera las herramientas para emprender un camino en las neurocienciasMía Fuentes encontró una oportunidad que cambió su vida.

La estudiante de la Academia Santo Tomás de Aquino, en Bayamón, relató que su pasión por esta disciplina comenzó mientras veía un vídeo en YouTube, en el que hablaban sobre cómo funcionaba el cerebro, e inmediatamente cautivó su atención.

“Recuerdo que, dos semanas después de ver el vídeo, la orientadora de la escuela, sin saber que en mí crecía un interés por la neurociencia, me compartió el anuncio de un programa de verano que ella consideraba como una gran oportunidad para mí”, dijo en entrevista con El Nuevo Día.

Ahora, Fuentes forma parte del Sagrado-MIT Neuroscience Pre-College Program (SNPP), un programa de dos semanas en el que estudiantes de escuela superior reforzarán sus conocimientos en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas con énfasis en la neurociencia. El programa surge a partir de una alianza entre la Universidad del Sagrado Corazón y el Massachusetts Institute of Technology (MIT).

“Este programa nació de una inquietud que yo tenía hace más de dos años, cuando me encontraba en MIT y me percaté que había muy pocos puertorriqueños en los diferentes niveles académicos”, indicó el doctor Héctor de Jesús Cortés, codirector del SNPP e investigador del Centro de Ciencias Cognitivas de MIT.

“La idea de comenzar este proyecto viene de nuestras propias experiencias académicas, ya que sabemos de primera mano cómo los programas de mentoría en ciencias pueden cambiar vidas”, dijo, por su parte, la doctora Edmarie Guzmán Vélez, codirectora de SNPP y profesora de psiquiatría en la Escuela de Medicina en Harvard.

Inicialmente, el programa estaba diseñado para ofrecerse en modalidad presencial, y los estudiantes tendrían la oportunidad de participar en los laboratorios del Sagrado y MIT, pero la pandemia de COVID-19 cambio los planes.

“Nosotros no queríamos dejar que la pandemia limitara el hecho de poder conocer a estos jóvenes y darles esta experiencia, así que decidimos utilizar la tecnología a nuestro favor. De hecho, esto nos ayudó a incorporar más recursos a nuestros programas y traer más expertos a participar”, indicó Guzmán Vélez.

Por otro lado, el doctor Peter Barbosa, director del Departamento de Ciencias Naturales de Sagrado, relató que varios programas de la universidad se cancelaron por la pandemia. “Pero Héctor y Edmarie no consideraron esta opción (cancelar), y buscaron las diferentes maneras para continuar con el proyecto para el beneficio de los estudiantes”, afirmó.

“Nuestra meta es crear una cepa de jóvenes que conozcan del campo de la neurociencia para que puedan estudiarlo en un futuro”, recalcó De Jesús Cortés.

Otro de los objetivos del programa es alcanzar a diferentes comunidades en Puerto Rico. “Muchas de estas iniciativas se quedan en el área metropolitana, pero nosotros queríamos llegar a todos los lugares de Puerto Rico, en especial las escuelas públicas, ya que son las que, en su mayoría, tienen poco acceso a estas oportunidades”, añadió Guzmán Vélez.

El programa recibió 546 solicitudes, incluyendo estudiantes de Cabo Rojo y Vieques, entre otros municipios.

“Esto era para 20 estudiantes que iban a viajar a MIT, pero con la pandemia de COVID-19, decidieron escoger a 35 estudiantes”, resaltó De Jesús Cortés.

Estudiantes resilientes

Al igual que Fuentes, el estudiante Julio Morales nunca imaginó que formaría parte de un programa como SNPP.

“Yo me enteré de este programa el día antes de la fecha límite para solicitar, y como nunca había visto algo tan interesante, decidí completar mi solicitud el mismo día y la envié. Cuando recibí la notificación de que fui seleccionado, no lo podía creer. Para mí, fue un milagro”, dijo Morales, estudiante de la escuela superior Adela Rolón Fuentes, en Toa Alta.

Por otro lado, Fuentes compartió que el proceso de solicitar al programa fue “fuerte y estresante”, pero afirmó que el sacrificio valió la pena.

“Recuerdo que estaba terminando el ensayo para la solicitud del programa la noche antes, y en ese mismo momento se me había ido la luz, así que tuve que encender par de velas de santos que conseguí para seguir escribiendo mi ensayo y someterlo al día siguiente”, contó.

Finalmente, el doctor Barbosa indicó que este proyecto está “bien alineado” con la visión y misión del Sagrado.

El autor tiene un doctorado en Biología Celular y Molecular y es becario de la American Association for the Advancement of Science en El Nuevo Día.

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