Nueva apuesta por la energía solar

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Por Joanisabel González / joanisabel.gonzalez@elnuevodia.com En el pasado año, Carlos de Alba, Francisco Billini y Abel Blanco se han presentado ante banqueros y empresarios de todo tipo para hablarles de celdas fotovoltaicas, seguidores y huertos solares y la mayor parte de las veces, recibieron un “no” como respuesta. Ese “no” venía acompañado de rostros perdidos y de cuestionamientos acerca de la viabilidad de su proyecto, centrado en la fabricación de paneles fotovoltaicos, uno de los principales elementos para la producción de energía solar. “Aquí no se conoce mucho (la energía solar) porque es un asunto de cultura, pero yo sí lo he visto, lo he vivido hace 15 años y sé cómo funciona”, dijo Abel Blanco, gerente de ventas de Pevafersa América (PA), filial de la empresa española, líder en la fabricación e instalación de paneles solares y que una década después de su fundación, gestiona cerca de $236 millones en ventas. Hace poco más de un año y ante el reto adverso que supone el cambio de divisa entre el euro y el dólar para efectos de importación, el empresario dedicado a la venta de líneas exclusivas de ropa decidió vender su negocio en esos menesteres para apostar por el segmento “que explotará” en los próximos tres años: la energía solar. Blanco no fue el único osado. En realidad, se unió a otros dos soñadores; De Alba, propietario de Expo Displays, y Francisco Billini, un ingeniero estructural que trabaja para la importante firma A.H. Beck Foundation en Puerto Rico, por los pasados años. Oportunidad natural Para Billini, impulsar la energía solar es cosa natural. Su abuelo Melchor Centeno, un destacado profesor universitario en Venezuela, utilizaba energía solar en su residencia para mediados de la década de 1970. Explica además que se trata de un segmento que no supone efectos adversos al ambiente, sino una oportunidad en términos de salud y, en especial, en lo que atañe al bolsillo de consumidores y empresarios. Por su parte, De Alba señala que Pevafersa surge en el momento justo, pues el monopolio de la Autoridad de Energía Eléctrica, como el único productor de energía en Puerto Rico, “ha terminado para esos efectos”. Además, también se da en momentos en que el Gobierno estadounidense y el Gobierno local han articulado múltiples incentivos para propiciar inversiones en energía verde, lo que sirve como cojín a la inversión que harían empresarios o individuos. De acuerdo con De Alba, Pevafersa comenzaría operaciones entre diciembre de este año y enero del año entrante y ubicará en el municipio de Humacao, en las instalaciones que una vez ocupó Microsoft. Explican los entrevistados que decidieron mantener su proyecto en secreto hasta que alguna institución bancaria tuviera fe en ellos. Eso sucedió la semana pasada, cuando el Banco de Desarrollo Económico (BDE) les otorgó $5 millones de financiamiento. De Alba, quien la semana pasada lanzó a Pevafersa en la exhibición de la Asociación de Industrias de Energía Solar en California, señala que todavía está en conversaciones con otras instituciones financieras para obtener capital adicional, pues el proyecto se trata de una inversión de $15 millones. PA crearía unos 160 empleos, una vez la planta articule sus tres turnos de producción. Del total de inversión, Pevafersa aportaría unos $7 millones, correspondientes a la maquinaria para la fabricación de paneles y los estantes giratorios, también conocidos como seguidores solares, donde se instalan los paneles. Plataforma para exportación Si bien Pevafersa es una compañía pública con suficiente capital para plantar bandera por sí sola en este hemisferio, en este caso, se trata de una sociedad entre tres grupos, que apuesta a la pericia de sus integrantes. De un lado, la calidad del producto que fabrica Pevafersa y del otro, la pericia de los socios locales, acostumbrados a hacer negocios bajo el ambiente regulatorio estadounidense y con bagajes diversos como la administración de empresas y la ingeniería. Pevafersa tiene el 45% de la sociedad. El grupo Eco-Alternative Energy -integrado por De Alba, Billini, Luis Mayoral y Ángel Díaz- tiene otro 45%. Mientras el grupo Blanco-Moro, integrado por Blanco y Rafael Moro, aportaron el 10% de la gestión. La apuesta de PA, explica Billini, no se centra únicamente en satisfacer la demanda local. Se trata de una gestión pensada para la exportación. Así las cosas, Puerto Rico será una vez más la puerta para que otra empresa española entre al mercado estadounidense. El plan del grupo es producir unos 100,000 paneles fotovoltaicos al año, que serían exportados a Estados Unidos y Canadá. A largo plazo, el objetivo será el resto del hemisferio, aunque De Alba revela que ya está en conversaciones para oportunidades de negocio en México y Panamá. Blanco aclara que su producción no está dirigida al mercado residencial, sino a pequeñas y medianas empresas, así como a empresas grandes. Billini comenta que, al igual que otras tecnologías renovables, en promedio, la inversión inicial se recuperaría en un período de cinco a siete años, pero destaca que el momento para invertir en energía solar es ahora. “El empresario tiene unas posibilidades nunca antes vistas”, señala Billini mientras explica que quien adquiera energía verde podría recuperar hasta el 80% de su inversión utilizando los incentivos federales de la Ley 73 y aquellos que ofrece la ley federal. En el caso de los incentivos federales para renovables, éstos rondan en $92,000 millones. Según Billini, aparte de las gestiones que realizan para obtener capital, también están en conversaciones para que bancos y cooperativas financien estos productos. Por lo pronto, los socios esperan la llegada de la maquinaria, y en las próximas dos semanas, comenzarán con el reclutamiento de los primeros 60 empleados, incluyendo el personal que sería adiestrado en España. Además, esperan crear una red de instaladores y distribuidores de equipos.

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