Nueva vida para las farmacéuticas en la Isla

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Marie Custodio Collazo / mcustodio@elnuevodia.com

Por Marie Custodio Collazo / mcustodio@elnuevodia.com

La manufactura de medicamentos genéricos se levanta como una oportunidad para capitalizar sobre la infraestructura y los conocimientos acumulados en la industria farmacéutica de Puerto Rico.

En los últimos años, jugadores importantes han cerrado o consolidado operaciones, dejando fábricas vacías y miles de empleados diestros y experimentados sin trabajo.

Hay ejemplos de empresas que han sabido aprovechar esas oportunidades, como Blu Caribe, que adquirió la planta que dejó vacante Biovail en Dorado. Y, más reciente, la adquisión de la operación de Pfizer en Caguas por parte de Grupo Neolpharma, cuya historia publicó ayer la revista Negocios de El Nuevo Día. Ninguna de estas empresas tenía presencia previa en Puerto Rico.

“Lo que está pasando en Puerto Rico es una transición”, expresó Carlos H. del Río, otrora vicepresidente de operaciones de manufactura global de Pfizer.

El hoy consultor de Neolpharma destacó que la pérdida de patentes de productos que se manufacturaban en la Isla llevó a que las farmacéuticas tradicionales tuvieran un exceso de producción.

“Pero por el lado de la industria genérica mundial, se genera una oportunidad buenísima porque son plantas formidables las que tienen en Puerto Rico”, añadió.

Efrén Ocampo, presidente de Neolpharma, destacó que la ventaja de adquirir estas instalaciones es que ya cumplen con todos los requisitos de las agencias reguladoras, en particular la estadounidense FDA. Esto reduce los costos y el tiempo para iniciar la producción, algo que es clave en la manufactura de genéricos.

“Esas plantas no se deben convertir en almacenes y centros comerciales, ya eso nos ha pasado, y se pierde una oportunidad enorme... Si las sabemos capitalizar, se puede mantener una industria saludable hacia el futuro”, afirmó Del Río.

El ejecutivo mencionó que los salarios en estas empresas no están al nivel de las farmacéuticas tradicionales, pero aun así están por encima de lo que ofrecen otras industrias en el país.

“En la industria genérica la clave es ser bien costo eficiente. En ese sentido, la productividad de la gente (en la Isla) es buena, la compra de las plantas a precios reducidos es muy favorable. Lo que nos queda es bajar el costo de energía, para ser bien competitivos”, apuntó.

El segmento de  los genéricos es el de mayor crecimiento en el mundo, y al presente representa más del 70% de las recetas vendidas en Estados Unidos y Puerto Rico. La presencia de estas empresas en la Isla ya se hace notar, y entre las que tienen operaciones aquí está Teva, que siendo de genéricos se ubica entre las farmacéuticas de mayor valor en el mundo.

Estrategia empresarial

Manuel Cidre, presidente de la Asociación de Productos de Puerto Rico, expresó que el país debe elaborar un plan para convertirse en un centro mundial de manufactura de fármacos genéricos, aprovechando estas instalaciones.

Pero su visión va más allá. El también presidente de panadería Los Cidrines puntualizó que se debe ser proactivo para que esas plantas queden en manos puertorriqueñas y sean grupos locales quienes adquieran y operen estas nuevas empresas farmacéuticas.

Del Río coincide en este plan, y compartió con Negocios un documento en el que detalla una estrategia para que la industria de los genéricos sea una de capital nativo.

El plan contempla que la Compañía de Fomento Industrial (Pridco en inglés) adquiera las facilidades excedentes de la Industria farmacéutica internacional establecida en Puerto Rico y se las alquile con opción de compra a consorcios de ejecutivos locales con experiencia en la Industria.

La clave, añadió del Río, es que las instalaciones no cierren porque reabrirlas es costoso; y tampoco debe permitirse que se conviertan en espacios comerciales porque su valor industrial es muy superior.

Según el documento, los consorcios empresariales necesitarán levantar entre $50 millones y $100 millones en capital para desarrollar empresas dedicadas a la producción de genéricos y la manufactura por contrato a precios competitivos.

Ambos industriales destacaron que el Gobierno debe ser un facilitador de esta estrategia, tanto en los procesos para negociar la compra de las instalaciones como en proveer instrumentos de financiamiento para los consorcios que se creen.

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