Ofrecen un paseo por la historia de la botánica boricua en el Museo de Arte del RUM

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Agustín Stahl (Curazao, 1842 – Bayamón, 1917) Rudolphia Volubilis Acuarela sobre papel 6″ x 8 1/2″ Colección de UPRM Donación del Dr. José A. Nolla 2008.007.413

Este martes, estrena una exhibición que explora las contribuciones y trabajos más prominentes de esta ciencia en la isla en los siglos 18, 19 y 20

Entre láminas de plantas y manuscritos, a partir de este martes, la ciudadanía podrá disfrutar de la exhibición Flora borinqueniana: tres siglos de ilustraciones botánicas, que le permitirá hacer un recorrido del conocimiento histórico de esta ciencia en Puerto Rico.

Así lo destacó Eugenio Santiago, biólogo y curador de la muestra, quien, junto a la organización ambiental Para La Naturaleza, creó el proyecto basado en su área de investigación. La exhibición será presentada en el Museo de Arte (MUSA) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

Santiago, quien también es profesor en el Recinto de Río Piedras de la UPR, dijo que Flora borinqueniana “es un viaje a través de diferentes períodos en el desarrollo del conocimiento botánico en Puerto Rico”.

Añadió que “las intersecciones que tiene esa historia de la botánica en Puerto Rico con la historia de Puerto Rico y con la sociedad” van a servir “como punto de partida”, y estarán presentes en las ilustraciones botánicas.

“Y lo hago en Flora anclándome en tres períodos diferentes de la historia que son importantes por lo que sucedió allí y por la gente que estuvo allí”, mencionó Santiago, pues, por primera vez, se presentará el conocimiento botánico junto a los naturalistas que realizaron muchos de estos hallazgos científicos.

Estos personajes son Martín de Sessé y Nicolás Baudin; Agustín Stahl y Domingo Bello y Espinoza; y Ana Roqué de Duprey y Frances E. Horne. En el mismo orden, cada par representa una época, en este caso, los siglos 18, 19 y las primeras tres décadas del 20.

Más allá de lo que se ofrecerá en las salas del MUSA, el biólogo reveló que, “en Puerto Rico, nunca se ha hecho una exhibición de este tipo y es una forma de resaltar ese conocimiento histórico o desconocido”.

Con la voz entrecortada, expresó: “Esto ha sido un proyecto de ensueño. Y esto es un sueño hecho realidad. Desde la primera vez que yo vi las acuarelas de Stahl, cuando era estudiante universitario, yo me quedé enamorado del tema”.

La exhibición histórica incluirá ilustraciones botánicas, manuscritos y especímenes de herbarios de hasta el siglo 19. También, la ciudadanía podrá revisar documentos, cuadros y obras originales que no han sido exhibidas antes.

“Hay unas miniaturas de (Francisco) Oller que recién se acaban de identificar como de Oller y nunca antes se han exhibido al público”, compartió.

A la exhibición, se le sumarán algunos cuadros del artista José Campeche, imágenes digitales, objetos originales y algunas reproducciones “en unos formatos interesantes” con las que el público podrá interactuar.

Detalló que habrá unos paneles que el visitante “va a poder deslizar para ver algunas imágenes reproducidas”.

Al final, las personas podrán apreciar todo lo que presenciaron, pero con vida, pues la muestra se complementará con una exhibición de plantas de la flora de Puerto Rico y que, en su mayoría, son reproducidas a través del programa Viveros de Árboles Nativos de Para La Naturaleza.

Similarmente, se traerán elementos nuevos, pues por cuestiones de conservación se rotarán algunas piezas hasta el verano, cuando culmina la exposición.

Meta en común

Por su parte, el presidente de Para La Naturaleza, Fernando Lloveras San Miguel, indicó que la organización quiso apoyar la exposición con fondos del Fondo Nacional de las Humanidades, debido a su compartido interés en la botánica, específicamente, a través de su programa de viveros y reproducción de especies.

Lloveras San Miguel dijo: “Es un esfuerzo directo a la conservación de la flora; esto nos ha abierto información histórica sobre estas especies. Nosotros cada vez estamos reproduciendo más especies nativas y endémicas que se habían olvidado o que no se estaban reproduciendo. Así que todo esto está abriéndonos todas las puertas a llevar la conservación a otro nivel y especialmente las reparaciones de hábitats”.

Añadió que, al “conocer lo que han hecho personas hace 300, 200 y 100 años atrás y todo este descubrimiento que tuvieron, ver esa pasión que tenían esas personas por nuestra flora, yo creo que nos dan la base para volver a entender y querer estas especies”. Destacó, sobre todo, que algunos eran extranjeros que vinieron a Puerto Rico y descubrieron plantas que “jamás habían visto y que tenían unas características bien particulares”.

Reflexionó que el mundo, en este último siglo, con todos los adelantos científicos y tecnológicos”, se ha separado de los ecosistemas, sus especies y funcionamientos, “y este tipo de exhibición lo que trae es esa mirada atrás y esa reconexión que es tan importante hacer hacia el futuro”.

Programa educativo

La directora del MUSA, Zorali de Feria, detalló, entretanto, que, como parte del recorrido de la muestra, se ofrecerán talleres. Entre ellos, estarán los talleres “Mi pequeño Stahl” y “Mi pequeña Ana Roqué”, que serán ofrecidos a los niños en modo de expedición de campo.

También, se ofrecerán talleres de acuarela, así como tatuajes con pigmentos naturales a base de plantas y suelos. “Y están, entonces, las conferencias académicas que van resumiendo cada uno de estos sitios”, dijo De Feria.

Explicó que las personas iniciarán el recorrido tan pronto entren al museo, donde comenzarán apreciando otras obras de arte y, luego, se adentrarán en la botánica en el siglo 18. El viaje continúa a través de los subsiguientes dos siglos, hasta llegar a la exhibición de plantas vivas y el área del programa educativo.

Respecto a la importancia de conocer la historia de la botánica en la isla, De Feria expresó: “El que no conoce su historia, se corre el riesgo de repetirla”.

Especificó que “lo bonito de esta exhibición es que, desde el punto de vista de los naturalistas”, pues habrá piezas de pintores como Oller y Campeche, se conocerá a Puerto Rico “de otra forma”.

Puntualizó: “Y la idea es tú conocer tus recursos para conservarlos para futuras generaciones”. A esto, le añadió el valor estético, cultural y científico.

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