Ola de calor marina llega a aguas locales y amenaza a los corales

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Por: 

Gerardo E. Alvarado León
Imagen satelital que muestra la llegada de la ola de calor marina (manchas amarillas) a Puerto Rico. (NOAA)

Una ola de calor marina llegó a la región de Puerto Rico, por lo que es altamente probable que en los próximos días se emita una vigilancia de blanqueamiento de corales para la isla, advirtió hoy, miércoles, el biólogo marino Edwin Hernández.

El experto, quien es profesor e investigador en el Departamento de Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Puerto Rico Recinto de Río Piedras, compartió con El Nuevo Día imágenes satelitales, “en tiempo real”, que evidencian la llegada de la ola de calor marina anoche, a eso de las 8:20 p.m.

“Es la ola de calor que andaba cerca a nuestra zona”, dijo.

El pasado 16 de mayo, en entrevista con este diario, Hernández alertó que la temperatura oceánica para esta región ya estaba por encima de lo esperado a la fecha, por lo que los corales se exponían a situaciones de calor estresante, que podrían provocar, a su vez, un nuevo evento masivo de blanqueamiento y mortandad.

(GFR Media)

 

En aquel entonces, la temperatura oceánica en Puerto Rico estaba en 82.6 grados Fahrenheit (°F), cuando lo normal para la fecha era 80.6°F o un poco menos. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés), la temperatura máxima anual promedio es de 83.3°F y suele registrarse a finales de septiembre o principios de octubre.

Ahora, la temperatura superficial del mar está en 83.1°F, siendo más notable la “anomalía térmica” al este de Puerto Rico, Vieques, Culebra e Islas Vírgenes.

“Estamos a solo 0.2°F de alcanzar apenas en mayo la temperatura máxima anual de nuestra región del Caribe, que es de 83.3°F y que usualmente es a comienzos de octubre. Esto es a poco más de cuatro meses antes. Eso, a mi conocimiento, nunca había ocurrido tan temprano en el año en esta zona”, indicó Hernández.

“Eso significa que estamos próximos a que se emita una vigilancia de blanqueamiento de coral, igual a la que ya existe para el oeste del Caribe”, añadió.

El programa Coral Reef Watch, adscrito a la NOAA, utiliza datos satelitales para identificar qué áreas coralinas están en riesgo de blanqueamiento y predecir el estrés por calor. Para esto último, maneja cuatro niveles: vigilancia, aviso, alerta 1 y alerta 2. Al momento, zonas de Jamaica, Cuba y Centroamérica están bajo vigilancia, con algunos pequeños bolsillos bajo aviso, porque la temperatura ya excedió el máximo anual promedio.

Hernández compartió esta información –vía correo electrónico– con representantes de la NOAA y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales. A su juicio, la llegada de la ola de calor marina “hace imperativo y urgente” toda acción administrativa de parte de ambas dependencias para facilitar que se puedan reanudar los trabajos de investigación “lo antes posible”. Dichos trabajos están detenidos debido a la pandemia de COVID-19.

“Es vital que todos podamos documentar los impactos de este evento con la mayor precisión posible ante el riesgo potencial de tener, por primera vez, un segundo blanqueamiento masivo en años consecutivos”, puntualizó.

Según Hernández, los corales en Puerto Rico no se han recuperado del blanqueamiento registrado en 2019, que tuvo la peculiaridad de ocurrir a finales de octubre, es decir, “tarde en el año” o “fuera de tendencia”.

En Puerto Rico, han ocurrido tres eventos de blanqueamiento masivo: 1987, 1998 y 2005. De esos, el de 2005 fue el más letal, pues logró eliminar entre el 50% y 80% de los corales vivos que había en diferentes arrecifes en la isla.

El blanqueamiento se da cuando, debido al calor estresante, los corales expulsan las algas simbióticas que les dan no solo sus colores brillantes, sino también oxígeno y alimento. El calor acelera el metabolismo de los corales y su relación con las algas se vuelve tóxica, por lo que las expulsan como mecanismo de defensa. Si el estrés es prolongado, puede causar mortandad.

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