Pasión por la meteorología

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Por Mario Alegre Barrios / malegre@elnuevodia.com El Nuevo Día Más allá del país que vemos todos los días -en el que pocas razones parece haber para el optimismo- hay otro en el que la esperanza todavía es posible, realidad manifiesta en jóvenes como los que a diario y de manera silente se dedican en cuerpo y alma a dar forma a sus ilusiones de un mundo mejor. Ese paisaje se torna luminoso -por ejemplo- con el grupo del Capítulo Estudiantil del Recinto Universitario de Mayagüez-UPR de la Sociedad Americana de Meteorología (AMS, por su sigla en inglés), que en los últimos meses ha vivido algunos de los mejores momentos de su primer lustro de existencia. El Capítulo -explican algunos de ellos- nació en el 2006 con el propósito de educar sobre las ciencias atmosféricas y marinas, no solo a la comunidad universitaria, sino también a la ciudadanía en general. El año pasado fue distinguido como el Capítulo del Año en todo Estados Unidos, en competencia con programas de meteorología que en algunos casos tienen historias de varias décadas. “Somos un grupo pequeño, pero con mucho entusiasmo”, dice Rosimar Ríos Berríos, estudiante y portavoz del grupo. “La AMS consideró que merecíamos el premio porque nos dedicamos con excelencia a construir una comunidad que se preocupa por las condiciones del tiempo y por la manera como ese conocimiento puede ayudar a minimizar los riesgos en caso de huracanes, por ejemplo”. Trabajo en equipo Asimismo, en la reunión anual de la AMS en Seattle, Washington el mes pasado, este grupo de jóvenes puertorriqueños obtuvo el primer lugar en la competencia de carteles entre todos los capítulos nacionales, luego de haber obtenido el segundo lugar en dos ocasiones anteriores. Ríos explica que estos premios son un reconocimiento a todos los miembros de la Sociedad. “Definitivamente es por el trabajo del grupo, por el entusiasmo de cada uno de los socios y al empeño que ponemos en las actividades que realizamos en el marco de los cuatro pilares que nos guían: educación, trabajo comunitario, desarrollo profesional y oportunidades”, detalla. “Creo que la suma de todo esto queda plasmada en el Weather Festival que realizamos cada año en el Recinto de Mayagüez”. La certeza de que al trabajar con la atmósfera establecen una relación con un sistema vivo, es uno de los estímulos fundamentales de la pasión con la que cada uno de estos jóvenes aborda su compromiso, seducidos también por el grado de incertidumbre que hay en todo trabajo de meteorología, sin importar lo avanzada que está la ciencia. “La incertidumbre en Puerto Rico es mayor aun porque estamos en el área de los trópicos y, de todas las zonas climatológicas, esta es la más difícil de pronosticar”, apunta Ríos. “Claro que los modelos de proyección numérica se han mejorado mucho y estos son muy importantes al momento de predecir, pero sin duda alguna la experiencia del meteorólogo es también algo fundamental”. Respecto a la actitud del ciudadano promedio hacia la meteorología, Ríos considera que en ese aspecto se ha mejorado y que, en términos generales, la gente está mucho más consciente de la importancia de esta ciencia y de quienes la practican. “No obstante, sigue siendo un reto hacerle comprender a la gente que la atmósfera es algo vivo y que nuestra relación con ella depende del conocimiento que tengamos”, acota. “Ese es el mensaje que debemos transmitir”. Los estudiantes que participaron en la reunión anual de la AMS fueron: Rosimar Ríos Berríos, Diamilet Pérez Betancourt, Fernanda Ramos Garcés, Suheily J. López Belén, Ángela Ferrá Elías, Gian Villamil Otero, Héctor M. Crespo Jones, Dennis Negrón Rivera, Jayson Maldonado Vargas, José Algarín Ballesteros, Emmanuel A. Vázquez Morales, Iris Díaz Olmo, Alexandra Ramos Valle, Juan P. Ramos González, Ana P. Torres y Karimar Ledesma.