Sentencia de muerte al Departamento de Ciencias Marinas de la UPR de Mayagüez

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Por Cynthia López Cabán / cynthia.lopez@elnuevodia.com Como un cuerpo que se desangra lentamente, el Departamento de Ciencias Marinas del Recinto de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (UPR) languidece ante las medidas tomadas por la gerencia de la institución. Ayer varios profesores confirmaron la información que originalmente reportó el fundador del programa, Máximo Cerame Vivas, en un artículo que publicó el diario Puerto Rico Daily Sun. Los catedráticos Aurelio Mercado y Julio Morell relataron un cúmulo de situaciones que ponen en peligro la supervivencia del programa, que se fundó hace 44 años. Ante la crisis económica en la institución, la gerencia de la UPR congeló las plazas de los profesores y empleados que se acogen a la jubilación. A las bajas por esta acción administrativa, se suman la renuncia reciente de dos profesores extranjeros y la muerte de otro catedrático. En total, se han perdido casi la mitad de la plantilla de profesores que dictan cursos en el Departamento de Ciencias Marinas, según Mercado. Precisamente esta preocupación llevó a los profesores a presentar el tema de la congelación de plazas en una reunión, que el decano de Artes y Ciencias, Juan López Garriga, realizó la semana pasada. Durante ese encuentro López Garriga explicó que la directriz de congelación de las plazas congeladas se mantiene en vigor y que tiene las manos atadas. “Él informó que las plazas no se iban a renovar sino que pasaban a la Administración central”, detalló Mercado. Sentencia de muerte “Si no se pueden nombrar profesores, eso es una sentencia de muerte”, agregó Mercado. No se trata solo de la congelación de plazas. En los últimos años se ha reducido el número de ayudantías que la gerencia ofrece a los estudiantes de Ciencias Marinas, una medida que hace el programa menos atractivo para los estudiantes, indicó Morell. Tampoco ayuda a atraer estudiantes nuevos la decisión de la gerencia de eliminar el uso de barcos para realizar investigaciones en alta mar. Otra medida levanta suspicacia entre los profesores e investigadores es la inesperada salida de la directora del Departamento de Ciencias Marinas, Nilda Aponte, hermana de la vicepresidenta de Asuntos Académicos de la UPR, Ibis Aponte. Luego de una década como directora, Nilda Aponte se despidió de su pares mediante un correo electrónico. Ahora ocupa por destaque un puesto administrativo en el Recinto de Bayamón de la UPR. Ante su partida, el rector Jorge Rivera Santos nombró a John Kubaryk como director interino. Ayer El Nuevo Día intentó buscar una reacción del rector Rivera Santos y del presidente de la UPR, Miguel Muñoz, pero ambos rechazaron la petición de entrevista porque se encontraban muy ocupados.