Urge el control de plagas exóticas

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Por Gerardo E. Alvarado León / galvarado@elnuevodia.com endi.com Controlar la invasión de plagas exóticas a la Isla es una tarea mucho más ardua de lo que parece. Y es que el clima tropical benévolo, la posición geográfica estratégica y la cercanía con otros países caribeños hacen de Puerto Rico “el nicho ideal” para las especies visitantes. A lo anterior se suma la “falta de coordinación” entre el gobierno estatal y federal a la hora de establecer programas efectivos de prevención, reconocimiento y búsqueda de insectos no nativos, según denunció la doctora en entomología Rosa Amelia Franqui Rivera. “A esos organismos se les hace muy fácil entrar. Hace falta más investigación, poner las leyes en práctica, imponer multas y contratar personal especializado. Es mejor prevenir que tener que pagar los costos de mitigación”, dijo. Agregó que, “lamentablemente”, es imposible inspeccionar toda la carga que entra al País a través de los 29 aeropuertos y tres puertos existentes. “La situación se agrava con la falta de control en el correo”, sostuvo al señalar que el Estado “gasta sus esfuerzos de muestreo” en identificar solamente “drogas y terrorismo”. Por tal razón, explicó, Puerto Rico corre el riesgo de ser invadido por nuevas plagas exóticas presentes en Jamaica y La Española. Una de ellas es el salta hojas, que causa “amarillamiento del cocotero”, una enfermedad que destruye las palmas y casi toda la vegetación costera. Mientras, el picudo del cocotero es un tipo de escarabajo que se aloja en el sistema vascular de las palmas y suelta un nematodo (pequeño gusano) que “produce un anillo rojo al cocotero”, que mata la planta. Por último, el picudo del mangó llegaría a través de cruceros turísticos que traen la fruta desde las islas vecinas. “Ese insecto se come la semilla del mangó y acabaría con esa industria. Peor aún, su control biológico (traer una especie para que acabe con otra) aún no es posible”, indicó la experta. “El Departamento de Agricultura implantó en el 1972 una cuarentena que prohíbe introducir palmas, sus semillas y productos a cualquier región, pero hay desarrolladores paisajistas que están violando ese estatuto y exponiéndonos a un gran desastre ecológico”, indicó. Agregó que la mejor línea de defensa es la educación y el control.