Durante la celebración de la Sexagésima Tercera Convención Regional de la Sociedad Nacional de Honor de Biología, celebrada en el Hotel Cielo Mar en Aguadilla, Puerto Rico, el capítulo tribetano de la Universidad de Puerto Rico en Cayey se destacó por encima de lo demás. Al finalizar la noche de premiaciones, donde se reconoce el arduo trabajo y desempeño de cada capítulo de la Sociedad, Zeta Épsilon (capítulo universitario de Cayey) se galardonó al ser reconocido como el capítulo más sobresaliente.

Mi primera motivación para escribir sobre este tema es la dedicación y la entrega que se debe tener cuando se realiza un trabajo voluntario. Esto define tu ser, en particular tu personalidad y el interés para lo cual trabajas libremente. Sinceramente, más allá de la religión X que uno puede seguir, el trabajo voluntario alimenta tus sentidos, alimenta tu espíritu; uno se siente realizado como persona y hasta te hace sentir feliz cuando lo que haces te gusta y sabes que puedes ayudar a otros con tu labor; y definitivamente te debe gustar para hacerlo voluntariamente, lo que implica ningún estipendio económico por esa labor. Por eso debo mencionar que el trabajo voluntario vas más allá de un Curriculum Vitae.