Es normal tener miedo ante algo desconocido. Y no es para menos, el nuevo coronavirus ha cruzado fronteras sin pedir permiso y casi sin darnos cuenta. Hemos sentido su impacto a nivel mundial tanto en la salud pública como en la economía. La palabra pandemia nos hace recordar tiempos difíciles, como lo fue el virus de influenza H1N1 en el 2009, el cual se expandió a 214 países y cobró cerca de 18,000 vidas confirmadas (aunque se estimaron alrededor de 200,000). El gobierno de Puerto Rico no ha sido eficiente en su respuesta, pero eso era esperado. Sin embargo, a nivel individual y comunitario, es primordial convertir el miedo en acción. Y que seamos el refuerzo que necesita el sistema de salud pública.