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El Cambio Climático, los Huracanes y la Salud

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Huracán Irma. Foto de NASA

Por: Amy Orta-Rivera, M.A.

El cambio climático trae cambios en temperatura, cambios en los patrones de precipitación, aumento del nivel del mar, olas de calor, reducción en los suministros de agua, entre otros. Y son estos cambios los que pueden alterar nuestra salud y a su vez la calidad de vida que tenemos o que queremos llevar.

A pesar de que toda la población puertorriqueña y mundial está expuesta a los efectos del cambio climático, la vulnerabilidad de los individuos va a variar de acuerdo con su estado socioeconómico, su geografía, condiciones preexistentes y la calidad del ambiente. Por lo que una persona en Adjuntas puede experimentar riesgos a su salud totalmente diferentes a una persona en San Juan.

Aunque no se puede evaluar un sólo evento de huracán como parte del cambio climático, sí sabemos que, si continuamos emitiendo gases de efecto invernadero a la atmósfera, muchos huracanes van a ser producto del calentamiento masivo de los océanos.

Cuando se habla de huracanes, normalmente hablamos sobre las medidas de precaución que debemos tomar antes de la llegada del huracán. Hablamos sobre las posibles evacuaciones, inundaciones, la falta de electricidad y agua potable. De lo que no se habla mucho, al menos fuera del área científica, es cómo la salud del ser humano se puede ver afectada por la ocurrencia de huracanes y cómo el cambio climático tiene un rol importante en ellos.

Después de 19 años del último huracán que toco suelo boricua, huracán George en el 1998, dos huracanes nacieron en las aguas del Océano Atlántico, cruzaron las Antillas Menores, para luego crear desastres en nuestro archipiélago. El huracán Irma, pasó por el norte de Puerto Rico como CAT5, mientras que el huracán María sí tocará a Puerto Rico como CAT5.

El huracán Irma dejó a cientos de miles de ciudadanos sin energía eléctrica. Esto no solamente implica que los trabajos y clases se verían afectados, sino que también la salud se ve afectada.

Cuando los ciudadanos se quedan sin el servicio de energía eléctrica, son muchos los que deciden el hacer uso de plantas eléctricas. Muchas de estas plantas utilizan combustibles fósiles en forma de gasolina o diésel para hacer funcionar enseres básicos como lo es el refrigerador. Lamentablemente, muchas personas no han sabido manejarlas y han muerto a causa de la intoxicación por monóxido de carbono. Esta fue la situación que vivió una familia puertorriqueña en la Florida, donde 7 personas murieron intoxicados por tener su planta eléctrica dentro del hogar.[1]

El uso indebido de plantas eléctricas también puede acarrear problemas respiratorios que no necesariamente llegan a ser fatales. En residencias donde el espacio entre una casa y otra es pequeño, puede que el(la) vecino(a) se vea afectado por los humos que la planta eléctrica expide, la cual puede ocasionar ataques de asma. Según el Departamento de Salud de Puerto Rico, para el 2014, en Puerto Rico existen unas 300,000 personas con asma.[2] Esto implica, que son muchas las personas que se verían altamente afectadas por la utilización de combustibles fósiles, a través del uso de plantas eléctricas.

Otra situación bien lamentable, es que en el paso de un huracán muchos servicios se ven afectados. Muchas citas médicas se atrasan, hospitales se ven en la obligación de utilizar plantas eléctricas para suplir energía y seguir con sus funciones. Además, las personas que dependen de ciertos cuidados en el hogar son altamente vulnerables a estos fenómenos atmosféricos.

Por ejemplo, el cambio climático puede afectar a personas con condiciones como la ansiedad. Si la frecuencia de huracanes aumenta a causa del cambio climático, pudiéramos decir que personas que padecen de ansiedad estarían más propensas a tener estos ataques un mayor de veces comparado con años donde no se registran huracanes que afecten directamente a Puerto Rico.

Existen muchos otros problemas a la salud que están relacionados con el cambio climático, como lo es el estrés por el calor, problemas al corazón, escasez de agua y comida, proliferación de enfermedades como el Dengue, Zika y Chikungunya y problemas con la higiene.

Para estar en vanguardia con las acciones del cambio climático, debemos entender cuales son nuestras vulnerabilidades como sociedad y buscar cuales son nuestras capacidades. Mejorar los sistemas de salud para que estos puedan brindar un mejor servicio al momento que la sociedad lo necesite y así disminuir la mortandad y los gastos que estos conllevan.

 

 

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