El empoderamiento que experimentamos cuando nos realizamos una manicura o pedicura es innegable. Hace 10 años las uñas de gel llegaron a desplazar el acrílico en los salones de belleza. La palabra “gel” se refería, en sus inicios, al estado físico del producto para las uñas, pero ahora se usa el término para describir la técnica. Una de las ventajas de este producto es la facilidad con que se “curan” las uñas en una lámpara con luz ultravioleta (UV). Sin embargo, la luz UV es un reconocido mutágeno que contribuye a malignidades cutáneas. Por consiguiente, existe una posibilidad de desarrollar cáncer por esta exposición y definitivamente, esto nos compete a todos.