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Cáncer ginecológico, asesino silencioso

Imagen de Anonymous
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Publicado originalmente en la sección de Opinión de El Nuevo Día, como parte de la colaboración entre CienciaPR y ese medio.

Por Robert Rabelo

Los cánceres de origen ginecológico son asesinos silenciosos. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), anualmente en Estados Unidos, 89,000 mujeres serán diagnosticadas con algún tipo de cáncer ginecológico y alrededor de 29,000 morirán a causa de alguno de estos. La razón principal de estos fallecimientos es que, con frecuencia, este tipo de cáncer es detectado en un estado avanzado.

Los cánceres ginecológicos constituyen todo tipo de cáncer que se origina en los órganos reproductores de la mujer, e incluyen el cáncer de: cuello uterino, ovario, trompas de Falopio, útero, vagina y vulva. Toda mujer está en riesgo de desarrollar alguno de estos cánceres y este aumenta con la edad. 

¿Cuáles son los síntomas asociados con el cáncer ginecológico?

Los signos y síntomas de los cánceres ginecológicos no son similares para todas las personas y varían dependiendo del tipo de cáncer. Los cánceres ginecológicos en etapas tempranas no presentan signos o síntomas específicos y suelen confundirse con malestares asociados a otras causas. Por tanto, es necesario realizarse pruebas de detección periódicas para poder atajarlos a tiempo.

En etapas más avanzadas los síntomas más comunes son el dolor o presión persistente en la pelvis, hinchazón, dolor en la espalda baja, sensación de estar llena rápidamente, aunque haya comido poco, sangrado o secreción vaginal inusual, períodos menstruales más abundantes y de mayor duración, o sangrado después de haber pasado por la menopausia.

¿Cómo se puede prevenir riesgo de desarrollar uno de estos cánceres?

Al igual que con los síntomas, cada tipo de cáncer ginecológico tiene factores de riesgo distintos, así como una estrategia de prevención diferente. De todos los cánceres ginecológicos solo el cáncer de cuello uterino cuenta con una prueba de detección temprana, conocida como el Papanicolaou (PAP) que puede identificar el cáncer en etapas iniciales, cuando el tratamiento suele ser más efectivo.

La vacuna del virus del Papiloma Humano (VPH) puede ayudar a reducir la probabilidad de padecer cáncer cervical, vaginal, anal, de vulva, pene, así como cáncer de cabeza y cuello. El virus del VPH es una infección transmitida por contacto sexual que en Puerto Rico, entre 2010-2014, provocó 4,455 casos de cáncer y 1,040 muertes. Esta vacuna protege contra las cepas de VPH-16 y VPH-18, las cuales son responsables del 70% de todos los cánceres cervicales. También protege contra el VPH-6 y el VPH-11, cepas del virus que origina el 90% de las verrugas genitales.

Personas con historial de cáncer familiar hereditario pueden optar por pruebas genéticas para conocer si portan los factores de riesgo asociados al desarrollo de alguno de estos cánceres.

Llevar estilos de vida saludables como una dieta balanceada, mantener un peso saludable, no fumar, hacer ejercicios y programar visitas médicas de rutina también son parte de una rutina de prevención.

¿Qué tipos de tratamientos hay disponibles?

Hay distintos tipos de tratamientos disponibles para cada tipo de cáncer ginecológico. El uso de un de tratamiento en específico dependerá del tipo de cáncer y el estado en el que se encuentre al momento del diagnóstico. Los tratamientos más comunes incluyen cirugía, quimioterapia, y radioterapia. La clave para un tratamiento exitoso y una expectativa de vida mayor en estos pacientes es la identificación temprana del cáncer. Por tanto, es importante visitar a su ginecólogo de manera rutinaria o si padece alguno de los síntomas.