Publicamos esta nota para celebrar y compartir la memoria y contribuciones de Dr. José Molina Cotto, un miembro de nuestra comunidad de #CienciaBoricua, quien falleció recientemente. Agradecemos a la Dra. Josefina Arce por su compañerismo y autoría.

El Dr. José Molina Cotto, nacido el 28 de agosto de 1958 en el hermoso pueblo de Aibonito y criado en la ciudad de las brumas, Cayey, Puerto Rico, fue una figura fundamental en la comunidad universitaria de la UPR-Cayey. ­­­­

­­­Molina realizó sus estudios de bachillerato en el Departamento de Biología en, lo que entonces era conocido como, el Colegio Universitario de Cayey desde 1976 hasta 1980. Durante sus años como estudiante, participó activamente en organizaciones estudiantiles como la Sociedad Honoraria de Biología, donde dejó una marca imborrable. También formó parte del ROTC, donde su dedicación y compromiso le valieron dos premios notables: uno como Cadete Top Military Science y otro como Excellent in Military History.

Después de graduarse, regresó a su alma mater para trabajar como técnico de laboratorio en el Departamento de Biología hasta 1985. Ese año su pasión por la biología lo llevó a cursar estudios de posgrado en Texas A & I University en Kingsville y finalmente obtener un Doctorado en Filosofía en Bioquímica de Wayne State University en Michigan en 1994.  

En ese mismo año, el doctor Molina comenzó su carrera académica en el Departamento de Patología del Recinto de Ciencias Médicas. Sin embargo, su amor por su Alma Mater lo trajo de regreso a la UPR Cayey como Catedrático Auxiliar en el Departamento de Biología, donde introdujo su querido curso de Bioquímica Celular.

Molina se destacó como mentor de tres importantes organizaciones estudiantiles, la Sociedad Honoraria de Biología (BBB), la American Medical Student Association (AMSA) y la Sociedad Americana de Bioquímica y Biología Molecular. A través de estas organizaciones, realizó numerosos viajes de estudio, participó en convenciones nacionales y guio a jóvenes en sus caminos hacia el éxito.

En el ámbito administrativo, Molina desempeñó diversos roles, desde coordinador de comités institucionales hasta director, decano y rector. Siempre fue un líder ejemplar, marcado por su profundo sentido de responsabilidad y rectitud. Nos enseñó con su ejemplo a tratar a toda la comunidad universitaria con igualdad y respeto, llamando a todos "jefe o jefa".

En reconocimiento a su sobresaliente legado y compromiso institucional, el doctor Molina fue honrado en 2022 con la Medalla del Rector, un testimonio de su dedicación inquebrantable a nuestra UPR.

Hoy, recordamos a José Molina como un líder, profesor, investigador, colega y amigo ejemplar. Su filosofía de vida, encapsulada en su famosa frase, "Es mejor pedir perdón que pedir permiso", nos insta a tomar la iniciativa, a ser audaces y a luchar por lo que creemos.

Descansa en paz, querido colega y amigo. Tu legado perdurará por siempre.