Vuelve la locura nuclear

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No

Por: 

Jorge Colón, Ph.D., Catedrático UPR
La Trinchera de Puerto Rico (en azul) es una zona de alta sismicidady que ha producido tsunamis en el pasado. Imagen cortesía del National Oceanic and Atmospheric Administration y del National Geospatial-Intelligence Agency.

La compañía Nuclear Alternative Project (NAP) llevará a cabo un estudio de viabilidad de reactores nucleares avanzados para solucionar los problemas de energía de la isla. El intentar traer su tecnología de reactores nucleares es un ejemplo que la locura nuclear ha vuelto a Puerto Rico.

El estudio incluirá aplicaciones potenciales de reactores modulares pequeños o microreactores, el trasfondo regulatorio y legal, y cómo financiar tal proyecto.  Luego explorará las características del sitio y la administración y logística del proyecto nuclear, que indica nos beneficiaría, incluyendo a nuestras instalaciones militares.

Dicen que su opción es energía alternativa y su compañía ha realizado estudios de viabilidad similares en catorce países. Pero es una tecnología no desarrollada aún en ninguna parte del mundo, que ahora pretenden traer a Puerto Rico.  Se olvidan que la energía nuclear, aunque se le llame alternativa, no es renovable.  El uranio para reactores nucleares existe en depósitos en nuestro planeta que no son infinitos.  Y el plutonio se produce por bombardeo de neutrones sobre uranio, por lo que tampoco es un recurso renovable. 

Además, indican que los molinos de viento y los paneles solares no funcionan bien en los huracanes y las plantas nucleares sí. Pero el desastre nuclear en Japón en el 2011 no lo ocasionó el terremoto, sino el mar de agua que llegó por el subsiguiente tsunami, como igual traen huracanes cada vez más fuertes en el Caribe por el creciente calentamiento global. Además, numerosos estudios concluyen que un terremoto en la Trinchera de Puerto Rico podría ocasionar un tsunami de altas proporciones.

Añaden que para una isla con un sector turístico vital, no es viable cubrirla con energía de viento y solar. Pero quienes propulsamos la energía renovable no queremos que se instale en grandes fincas que afecten el turismo o la agricultura. Por el contrario, creemos que vivimos en un lugar idóneo para la instalación masiva de paneles solares en los techos de las casas, edificios y estacionamientos.

La industria nuclear, que en los años 50 del siglo pasado proclamaba que iba a solucionar todos los problemas de abasto de energía en el planeta, ha visto sus ganancias reducirse dramáticamente una vez se comprobó que construir plantas nucleares convencionales conllevaba un gasto enorme, riesgos de accidentes y desperdicios nucleares que requieren almacenarse por miles de años en sitios seguros, ya que es material radiactivo perjudicial a la salud humana.

Un asunto como éste, que pudiera comprometer a la isla con una tecnología no probada con posibles consecuencias ambientales por miles de años, es uno que requiere gran ponderación. Ya en el pasado se propuso un reactor nuclear para la zona norte del país, que tuvo que abandonarse al indicarse que esa es una zona con alto peligro de terremotos.

Se indica que microreactores nucleares reducirían considerablemente los problemas de generación de desperdicios nucleares y posibles accidentes, así como el costo de construcción y manejo de cada reactor nuclear, haciendolos más viables. Pero para generar la misma cantidad de energía que genera una sola planta nuclear convencional se necesitaría instalar muchos microreactores, aumentando así el riesgo de accidentes, los desperdicios nucleares y los costos. Debemos solo depender del reactor nuclear que está a 93 millones de millas de nosotros, el Sol.

Con la energía solar, junto con el uso de otras fuentes renovables de energía como el viento, podríamos lograr acabar totalmente con nuestra dependencia de combustibles fósiles para mediados de este siglo, si no antes, como lo propone Casa Pueblo y Queremos Sol.

Unámonos para impulsar una visión de un Puerto Rico futuro justo y sustentable, basado en el uso de energía renovable en sistemas descentralizados con microredes, particularmente solares.  Nuestra supervivencia está en juego. No permitamos la locura nuclear en Puerto Rico.

El autor es Catedrático del Departamento de Química, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, y es miembro de Ciencia Puerto Rico.

5 Comments

Imagen de Pedro Manuel Rosario-Barbosa

El artículo es desacertado

Comencemos por el hecho que The Nuclear Alternative Project (NAP) no es una compañía, sino una organización sin fines de lucro de jóvenes ingenieros puertorriqueños, que desean traer a Puerto Rico la producción energética nuclear. La opción que ellos proponen es de dos tipos:

  1. Nuclear modular (BRWX-300, NuScale, Xe-100)
  2. Microreactores (eVinci)

El artículo compara injustamente los microreactores o reactores modulares que se proponen para Puerto Rico con una planta de primera generación mal construida en Japón. Los reactores modulares y microreactores propuestos se diseñan con varios fines en mente:

  • Se hacen para fábrica de escala en el mercado, de tal manera que su costo de producción sea bajo
  • Se hacen con seguridad redundante y pasiva, es decir, si ocurriera cualquier anomalía, huracán, inundación, terremoto, la planta interrumpiría la cadena nuclear y se enfriaría indefinidamente.
  • Se hacen también con el objetivo de que si ocurriera lo altísimamente improbable (en algunos casos, simplemente imposible), un "meltdown", el área de desalojo sea muy pequeño (de 0.06 a 0.5 millas cuadradas).

El manejo del desperdicio nuclear no es tan terriblemente complicado y no es tan riesgoso como quiere ilustrar el artículo. El Xe-100 no requiere siquiera ser enfriado. En el caso de NuScale y otros, cada módulo estaría produciendo energía por un total de 12 años. Tras su uso, se enfría y se guarda seguramente en un recipiente que estará protegido con acero inoxidable.

Por hoy, de todas las fuentes de energías propuestas, la nuclear continúa siendo la más segura, incluso superando en seguridad la energía solar. Puerto Rico podría ser pionero con el uso de estas tecnologías.

Ahora bien, podrían esgrimirse verdaderos argumentos contra el establecimiento de energía nuclear. Sin embargo, para tener una base sólida para esas objeciones, hace falta hacer un estudio de viabilidad, que es lo que procura hacer el (NAP). Creo que merecemos saber si estas medidas son viables, especialmente tratándose de una abundantísima energía limpia.

Imagen de Pedro Manuel Rosario-Barbosa

Respuesta a Kimberly

Hola Kimberly:

Aunque se quiere ver la energía solar como un tipo de energía "limpia", en realidad no lo es. El proceso de producción de estos paneles conlleva procesos de minería y ensamblaje en la que mucha gente entra en contacto con metales tóxicos: cadmio, plomo, tetracloruro de silicio y otros.

https://sciencing.com/toxic-chemicals-solar-panels-18393.html

Por supuesto, el lugar de preferencia de fabricación y ensamblaje de los paneles solares es China, donde, desde hace algún tiempo, hubo extrema contaminación por este tipo de actividad, hasta el punto en que surgieron protestas al respecto.

https://www.bbc.com/news/world-asia-pacific-14968605

https://ejatlas.org/conflict/antipollution-protests-against-local-solar-panel-manufacturers-quanzhou-fujian-china

Desde ese momento, han habido mayores regulaciones para evitar la extrema contaminación del ambiente producida por la fabricación de paneles solares, que ha llevado a enfermedades y muertes.

En cuanto a la instalación de estos paneles solares, aunque suene algo cotidiano, han habido mayor número de muertes por personas caerse de los techos durante la instalación o mantenimiento de los paneles, además de electrocuciones, sea por paneles mal hechos o por gente que no sabe instalarlos. Esta fue una estadística a la que llamó la atención la compañía Stericycle al respecto.

Finalmente, no hay todavía una manera de disponer de muchos de estos paneles. Aunque se hable mucho de la posibilidad de reciclarlos, tal empresa sencillamente no será fácil, aunque no debería descartarse. Sin embargo, ya  Japón han reportado una enorme cantidad (montañas) de basura electrónica (e-waste) debido a paneles solares ya obsoletos. Esto potencialmente creará una crisis en dos o tres décadas, en la que tendremos toneladas de materiales no reciclables. 

https://asia.nikkei.com/Tech-Science/Tech/Japan-tries-to-chip-away-at-mountain-of-disused-solar-panels

En los países pobres, bastante de estos paneles pueden terminar en basureros clandestinos donde los pobres excavan para buscar cosas qué quemar o consumir. Todo ese metal tóxico, sin duda, enferma y enfermará a muchas de estas personas en China, India y Ghana (y especulo que también en Somalia).  Al menos en el caso de la radiación nuclear, hay vida media y se reduce a medida que pasan los años. Sin embargo, todo el cadmio, plomo, etc. que componen los paneles solares contaminarán los suelos para siempre.

Sin embargo, las muertes por accidentes nucleares, contrario a la impresión de mucha gente, ha sido muy poca cuando se le relaciona con otras fuentes de energía. De Fukushima solo hay una muerte por radiación, las demás víctimas de ese día murieron por el maremoto o por las estampidas. En el caso de Chernobyl, tenemos un poco más de sesenta personas que han muerto por envenenamiento con radiación, 4,000 enfermos de ese día y otros potenciales 4,000 cuya vida se verá reducida en los próximos años. No ha habido víctimas de muerte o enfermedad (al menos oficiales) de Three Mile Island.

Imagen de Pedro Manuel Rosario-Barbosa

Respuesta a Kimberly - II

Debido a falta de tiempo, no pude completar mi pensamiento en el comentario anterior. Lo que sí quiero dejar claro es que la energía nuclear y la solar han sido ya comparadas en términos de seguridad. Primero, comencemos con comparar la energía nuclear con las demás fuentes energéticas. Our World in Data nos la ofrece según una compilación de datos hecha por el portal. Las muertes se miden por TWh (terawatt-hour):

https://ourworldindata.org/what-is-the-safest-form-of-energy

Por mucho, la energía nuclear es más segura que, incluso, el gas. La solar, aunque bastante cerca de la nuclear en términos de seguridad y en relación con otras fuentes energéticas, todavía luce peor que la energía nuclear:

https://www.forbes.com/sites/jamesconca/2012/06/10/energys-deathprint-a-price-always-paid/#5862b38d709b

Esta ha sido la conclusión a la que han llegado varios estudios al respecto:

https://www.thelancet.com/article/S0140-6736(07)61253-7/abstract

https://ideas.repec.org/a/eee/appene/v65y2000i1-4p211-229.html

Esto es correcto aun con los números provenientes de los activistas ambientales. Tome por ejemplo, los números de Ecofys:

https://ec.europa.eu/energy/sites/ener/files/documents/ECOFYS%202014%20Subsidies%20and%20costs%20of%20EU%20energy_11_Nov.pdf

Esto se debe a que el proceso de minería por el combustible requiere mayor protección. La transportación y uso requiere guardia según las normas internacionales. El uso y la disposición de los combustibles y sus desperdicios están altamente regulados. Contrario a la energía solar, la energía nuclear produce una ínfima cantidad de desperdicio y este cumple con lo que los ambientalistas requieren de todas las compañías: que se guarde en un contenedor seguro (cemento y acero inoxidable) y se vele todos los días para garantizar su seguridad. Por hoy, de todas las fuentes energéticas, entiendo que la nuclear es la única que cumple con esas regulaciones nacionales e internacionales.

Por eso, de todas las fuentes energéticas, la nuclear es la más segura, aun superando las placas solares.

Imagen de Daniel Alvira

Energía Nuclear

El artículo del prof. Colón comete errores lógicos como hacer equivalencias falsas, exagerar además de demostrar prejuicio. Aquí no se trata de avanzar o abogar por plantas nucleares convencionales. Esto se trata de un mero estudio. ?A qué le tiene tanto miedo el prof. Colón que ni un estudio vale? Es una postura anticientífica en buena medida el tildar esta propuesta, liderada por ingenieros puertorriqueños, como una "locura". La locura si acaso es pretender que vamos a solucionar los problemas energéticos del país con dogmatismos cerrados que nos privan de la base analítica para tomar decisiones adecuadas. Toda tecnología tiene pros y cons, incluyendo la solar y aeólica. Estas nuevas opciones tecnológicas en el ámbito de microreactores nucleares ameritan estudio y evaluación seria. Si seguimos la línea de razonamiento del prof. Colón no se puede ni estudiar el tema. Por el contrario, la postura correcta y científica es especificar los parámetros necesarios para que este estudio nos sirva de referencia útil y que se haga de manera rigurosa. Ya hay una larga historia en PR de oponerse a todo lo que no se entiende o que tiene nexos con EEUU, incluyendo el radar meteorológico de Cayey inicialmente y otros. Hay lamentablemente un historial de intolerancia y censura motivados por alianzas ideológicas y no por consenso científico. Puerto Rico lo que necesita es de opciones cabalmente analizadas para luego poder decidir, y este estudio del DOE ofrece esa precisa y necesaria oportunidad. 

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