Fortalecen la observación de las costas en Puerto Rico
Nueva boya proveerá datos sobre corrientes de vientos y marinas, olas, temperaturas y salinidad del mar
Nueva boya proveerá datos sobre corrientes de vientos y marinas, olas, temperaturas y salinidad del mar
Es importante entender la "historia climática" de nuestro planeta así como la relación entre las actividades humanas y los cambios climáticos. Este es el cuarto artículo de la serie sobre Prioridades ambientales escrita por el Dr. Wilson González Espada para CienciaPR y El Nuevo Día.
Cuatro jóvenes boricuas se integran al Servicio Nacional de Meteorología.
Puerto Rico tendrá su primer sistema de observación costera, tras la instalación de la primera de dos boyas que proveerán datos sobre corrientes de vientos y marinas, olas, temperaturas y salinidad del mar, entre otros.
Científicos españoles del Grupo de Investigación Ciencias del Suelo y Geofarmacia de la Universidad de Granada han descubierto y caracterizado un nuevo tipo de aerosoles atmosféricos que se crean de manera similar al granizo y que podrán servir para estudiar ciertas reacciones atmosféricas desde la Tierra.
El clima tropical benévolo, la posición geográfica estratégica y la cercanía con otros países caribeños hacen de Puerto Rico “el nicho ideal” para que las plagas exóticas invadan la Isla. A lo anterior se suma la “falta de coordinación” entre el gobierno estatal y federal a la hora de establecer programas efectivos de prevención, reconocimiento y búsqueda de insectos no nativos.
Estudios geológicos demuestran un aumento del nivel del mar en nuestro planeta que comenzó hace 20,000 años. De acuerdo al Panel Internacional sobre Cambio Climático (IPCC), el derretimiento de las capas polares después de la última glaciación ha ocasionado un aumento en el nivel del mar considerable. No obstante, la preocupación actual es el aumento anual de 1 a 2 milímetros observado en los últimos 100 años.
Durante cinco semanas, el científico boricua Joel A. Mercado Díaz estará cerca del Polo Norte observando parte de la vegetación nativa del lugar y analizando los efectos del calentamiento global en su crecimiento. Esta investigación, liderada por el International Tundra Experiment (ITEX, por sus siglas en inglés) y en colaboración con el Servicio Forestal Federal, se encargará de medir si las altas temperaturas o la gran cantidad de nieve prevista para las próximas décadas afectarán a las poblaciones de estos pequeños arbustos en el Lago Toolik, en Alaska.