105 días en repunte de COVID-19: sin tregua ante los sublinajes de la variante ómicron

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Por: 

David Cordero Mercado
Una foto de archivo muestra un servicarro de pruebas de COVID-19 el domingo 24 de abril en San Juan. (Ramón “Tonito” Zayas)

Aunque la severidad y mortalidad han sido menor que en el pasado, preocupa la rapidez con la que muta el virus
 

Puerto Rico entró hoy, martes, en el día número 105 del repunte de COVID-19 provocado por sublinajes de la variante ómicron, una ola que ya rompió récord en términos de casos reportados y que parece no estar dispuesta a dar tregua.

Hasta el mediodía de ayer, la cantidad de contagios, en el repunte que comenzó el 15 de marzo, ascendía a 310,506, según el monitoreo diario del bioestadístico y profesor de la Universidad de Harvard Rafael Irizarry. Esa cifra, resaltó el experto, ya sobrepasó el récord de 281,726 que había establecido el repunte de la variante original de ómicron (BA.1) entre diciembre de 2021 y enero de 2022.

El número de contagios durante esta escalada provocada por el sublinaje BA.2 representa aproximadamente el 41% de los 764,017 casos reportados por el Departamento de Salud desde que comenzó la pandemia hasta el 25 de junio. Según el monitoreo que realiza Irizarry, esa cifra, hasta la misma fecha, podría ascender a 810,725.

Mientras, en el nuevo repunte han fallecido, al menos, 368 personas, principalmente adultos de 70 años o más. Durante la ola anterior, que inició a mediados de diciembre y vio su punto más bajo alrededor del 1 de marzo, se reportaron 860 muertes.

A los retos ya conocidos a lo largo de la emergencia de salud pública, se suma ahora la probabilidad de reinfección con SARS-CoV-2. Hasta ayer al mediodía, se habían reportado 29,735 reinfecciones con el coronavirus, según los datos del bioestadístico. La inmensa mayoría -27,799- han ocurrido entre diciembre pasado y junio de este año. Irizarry define “reinfección” como una persona que arroja positivo luego de, por lo menos, tres meses después de la prueba positiva anterior.

“La variante ómicron es mucho más propicia a escapar de la inmunidad adquirida con variantes anteriores, igual que con la inmunidad de la vacuna”, reiteró el científico a El Nuevo Día.

Irizarry destacó que el pico diario de casos en este repunte es menor al anterior, pero ha durado más. La tasa de letalidad también ha sido menor, pero preocupa el hecho de que no haya indicios de una disminución en la ola.

Ganan terreno BA.4 y BA.5

El panorama sigue complicándose igualmente con BA.4 y BA.5, sublinajes que escapan a la inmunidad natural de contagios provocados por las versiones anteriores de ómicron, según datos de la cadena de farmacias Walgreens a los que Irizarry hizo referencia. Esa situación, añadió el científico, pudiera explicar por qué, más de tres meses después del repunte, no se observa todavía una tendencia de reducción en contagios.

“La realidad es que esto lo que nos indica y nos sugiere es que las mutaciones de este virus lo hacen distinto cada vez que viene una cepa”, apuntó la doctora Ángeles Rodríguez, exepidemióloga del Estado. “Nosotros, desde el punto de vista de salud pública, diseñamos unas estrategias basadas en el comportamiento del virus, cómo se transmite, cuán trasmisible es, la severidad que tiene, y cada vez que tomamos una estrategia equis, el virus muta y cambia los muñequitos. Eso afecta la manera en que podemos proteger a la población”.

El 10 de junio, el secretario de Salud, Carlos Mellado, confirmó que detectaron en Puerto Rico la presencia del sublinaje BA.4 de la variante ómicron, tras secuenciar tres pruebas de contagios reportados en la región de Caguas. Precisó, entonces, que los casos correspondían a una mujer y dos hombres en los grupos de edad de 20 a 29 y 60 a 79 años.

El informe más reciente de indicadores epidemiológicos de la pandemia preparado por Salud, que cubre del 29 de mayo al 4 de junio (semana epidemiológica 24), sostiene que, en la isla, ya se han confirmado cuatro casos de BA.4 y uno de BA.5 mediante secuencia genómica. Dentro de la mínima cantidad de secuencias reportadas, ambos sublinajes representan el 71.4% de los casos, una sugerencia de que BA.2 pudiera estar siendo desplazada.

Al analizar el panorama actual, Rodríguez sostuvo que los sublinajes de ómicron “han hecho prácticamente inútil la vacunación” en términos de evitar el contagio. Sin embargo, subrayó que las vacunas disponibles siguen siendo indispensables para prevenir la severidad de la enfermedad y muertes, por lo que hizo hincapié en la necesidad de las dosis de refuerzo.

“El comportamiento del virus no solamente permite la infección de personas vacunadas, sino que permite reinfección de personas ya infectadas con ómicron, se pueden reinfectar con subvariantes de ómicron”, planteó la epidemióloga.
 

Aun con la protección de las vacunas en cuanto a severidad y muerte, el volumen de casos mantiene en alerta a Rodríguez, quien recordó que, incluso cuando las variaciones de ómicron son menos agresivas que variantes anteriores, ha habido días en que la cifra de decesos reportados ha alcanzado doble dígito. El 21 de mayo, por ejemplo, hubo 11 fallecidos, mientras el 26 de ese mes se reportaron 10, según Salud. En días recientes, como el 20, 21 y 23 de junio, se reportaron ocho defunciones cada día. Los picos de muerte durante la ola anterior, cuando apareció ómicron, ocurrieron el 15 y el 21 de enero de 2022, con 32 fallecimientos cada uno.

“Probablemente, esta va a ser una de las causas líderes de muerte cuando se analice el año, y eso que estas variantes son menos agresivas, menos mortales”, manifestó la doctora.

Hasta el 26 de junio, el promedio diario de defunciones por COVID-19 era de cuatro, según Salud. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) estiman que, desde el 1 de febrero de 2020, ha habido un exceso de 6,481 muertes en Puerto Rico, relacionados de forma directa e indirecta con la pandemia de COVID-19. Durante la semana que terminó el 15 de enero de 2022, el exceso estimado fue de hasta 39.9%.

“Debemos seguir tratando de evitar el contacto con el virus porque no sabemos quién va a caer”, manifestó Rodríguez, y recordó que las personas tampoco deben olvidar la existencia del COVID-19 prolongado y la posibilidad de secuelas de la enfermedad.

“La herramienta más importante que tenemos es la educación y las campañas educativas”, planteó la epidemióloga, al repasar las recomendaciones a la ciudadanía, como el uso de mascarillas de alta protección como la KN-95, la vacunación con refuerzo para prevenir severidad y muerte, el distanciamiento físico y evitar las aglomeraciones de personas y eventos multitudinarios para prevenir la infección.

Sobre la vacunación, el portal del Departamento de Salud muestra que apenas el 31.50%(968,969) de la población apta, a partir de los 5 años, tiene las vacunas al día, incluidos el primer y segundo refuerzo según la elegibilidad de las personas.

El total de individuos sin vacunas al día es de 1,955,414, y otras 269,311 personas no están inoculadas contra la enfermedad.

Salud no respondió ayer una petición de entrevista con la doctora Melissa Marzán, principal oficial de Epidemiología, para responder preguntas en torno al prolongado repunte.

Nuevos refuerzos enfocados en ómicron

Mientras los sublinajes de ómicron ganan terreno, las autoridades sanitarias de Estados Unidos sopesan ofrecer nuevas vacunas de refuerzo contra el COVID-19 este otoño, modificadas para adaptarse mejor a las mutaciones del coronavirus.

De acuerdo con un reporte de The Associated Press, Moderna Pfizer han probado inyecciones actualizadas contra ómicron, y los asesores de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés) debatirán hoy si es momento de hacer un cambio, preparando el escenario para que otros países adopten medidas similares.

Los datos científicos muestran que las vacunas actuales contra el COVID-19 salvaron millones de vidas en todo el mundo en tan solo su primer año de uso, y que las inyecciones de Moderna y Pfizer con sus refuerzos aún ofrecen una fuerte protección contra la enfermedad grave y muerte.

En la isla, hasta principios de agosto de 2021, las vacunas contra el COVID-19 habían salvado la vida de más de 300 personas y evitado la hospitalización de más de 1,000 pacientes, evidenció un análisis bioestadístico que combinó los datos del BioPortal de Salud y el Sistema Electrónico de Inmunización de Puerto Rico.

Pero esas vacunas van dirigidas principalmente contra la cepa original del coronavirus y, entre la disminución de la inmunidad y las variantes, la protección contra las infecciones se ha reducido notablemente. El reto es decidir si los refuerzos modificados ofrecen una buena oportunidad de mitigar otra oleada cuando no hay forma de predecir si será otra variante la amenaza principal.

“Los procesos de aprobación de prueba y eficacia requieren tiempo y no hay forma de saltarlos porque hay que demostrar que funcionan, pero eso, a su vez, permite que, para cuando estén aprobadas, certificadas y salgan al mercado, ya el virus cambió, así que esperamos que este nuevo candidato de vacuna sea eficaz, pero no sabemos con qué vamos a estar bregando en octubre”, manifestó Rodríguez.

“Es algo que desafía todas las herramientas que hemos desarrollado a través de los años para responder a las emergencias de salud pública, pero tenemos que seguir intentándolo”, sostuvo.

La tasa de positividad de COVID-19 para Puerto Rico se ubicó en la mañana del martes en 32.78%, según el informe diario del Departamento de Salud. Por otro lado, Salud indicó que 399 personas estaban hospitalizadas, lo que supone 14 pacientes más que el lunes. 

Ayer, la incidencia se colocó en 587.53, muy por encima de los menos de 10 casos requeridos para que la tasa sea clasificada como baja.

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