Adolescente crea hábitat para la boa boricua

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Gerardo E. Alvarado León
El área de conservación para la boa puertorriqueña (Epicrates inornatus) desarrollada por el estudiante Víctor Aguilar fue inaugurada el 3 de diciembre en el Bosque Estatal de San Patricio. (André Kang)

El Bosque Estatal de San Patricio, en Guaynabo, estrenó recientemente un área de conservación para la boa puertorriqueña, diseñada y creada por el estudiante de décimo grado Víctor Aguilar.

A simple vista luce como una vereda más en el bosque, pero ninguno de los elementos ubicados en el nuevo hábitat está allí por casualidad.

Según explicó el joven de 15 años, su proyecto consta de la instalación de varias rocas, que forman espacios parecidos a cuevas para que las boas puedan dormir ahí.

“El proyecto también incluye dos casas de murciélagos, pues eso es parte de lo que las boas comen. Ya instaladas las casas, se espera que los murciélagos lleguen entre dos y cinco meses”, dijo Aguilar, quien estudia en Robinson School, en San Juan.

La intención a largo plazo, agregó, es que las boas hagan del bosque su hábitat permanente. Se trata de una especie en peligro de extinción, incluida en la lista federal en 1970, cuyo status está siendo revisado actualmente por el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre (USFWS, en inglés).

El área de conservación, que oficialmente fue inaugurada el pasado día 3, cuenta, además, con plantas recién sembradas, letreros educativos sobre la especie y bancos para visitantes.

“Impacto”

Aguilar contó que su proyecto, ejecutado de forma voluntaria, inició en mayo tras recibir en su escuela una presentación del International Baccalaureate Program, en la que se exhortaba a los alumnos a desarrollar un “proyecto personal”.

“Tenía que ser un proyecto con impacto en la comunidad”, rememoró el mayor de dos hermanos, quien vive junto a su padre y su madre en el Viejo San Juan.

Pero el área de conservación para la boa puertorriqueña (Epicrates inornatus) no fue la primera opción de proyecto de Aguilar. Aunque siempre estuvo claro de que su escenario sería un bosque comunitario, en principio contempló crear una vereda nueva.

Con eso en mente, visitó en verano el Bosque Estatal de San Patricio; el Bosque de Santa Ana, en Bayamón; y el Bosque del Pueblo, en Adjuntas.

Decidido de que haría la vereda en el Bosque Estatal de San Patricio, recibió una carta de la administración indicándole que no sería posible debido a los mogotes y casas militares abandonadas en el lugar.

Pero Aguilar no se dio por vencido. Volvió al bosque, donde le entregaron una lista de las especies de flora y fauna que allí habitan. Buscaba una que estuviera en peligro de extinción, dio con la boa puertorriqueña y se le ocurrió crearle un hábitat.

Como inspiración adicional, el joven había leído una historia publicada en agosto en este espacio, en la que se indicaba que la boa y otras 13 especies amenazadas o en peligro de extinciónestaban en revisión de estatus.

“Me reuní con la supervisora de mi escuela, la administración del bosque y conseguí auspiciadores para que contribuyeran con el proyecto. Este es un proyecto educativo, que también funciona como experimento”, dijo Aguilar, tras destacar el apoyo que recibió de la profesora Mayra Vega, de la Escuela de Farmacia del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, y la bióloga Doreen Parés, del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) y oficial de manejo del Bosque Estatal de San Patricio.

Expectativa

Aguilar se expresó confiado en que las boas comenzarán “pronto” a ocupar el área de conservación que les creó.

 

 

Aunque aún no ha visto un ejemplar de la que se considera la culebra más grande de Puerto Rico, sabe que en el Bosque Estatal de San Patricio pueden encontrarse, pues vio fotos mientras elaboraba su proyecto.

“Una de las cosas que aprendí es que, aunque están en peligro de extinción, las boas se han repartido en todo Puerto Rico y hasta en casas se han encontrado. Pero quiero ver que las boas se quedan en el bosque o, al menos, que el área les sirva para que puedan multiplicarse y eventualmente pierdan su estatus de peligro de extinción”, aseveró.

Aguilar, quien durante la inauguración ofreció recorridos guiados y charlas educativas, exhortó a quienes quieran conocer más sobre su proyecto a seguir la página “Conservación de Boa Puertorriqueña” en la red social Facebook. Dijo que también pueden escanear el código QR que verán en uno de los letreros del área de conservación en el Bosque Estatal de San Patricio.

En peligro peligro de extinción

Descripción- La boa puertorriqueña es la culebra más grande de Puerto Rico. Alcanza hasta 6.5 pies de largo. Puede ser color marrón pálido u oscuro, gris o negra. Tiene  manchas o barras negruzcas a lo largo de la parte dorsal y el vientre negruzco.

Distribución- Es única de Puerto Rico. Parece encontrarse principalmente en la zona caliza del norte.

Amenazas- Destrucción de los mogotes y  deforestación.

Medidas de conservación- Fue incluida en la lista federal de especies en peligro de extinción en 1970, estatus que actualmente está en revisión.

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