Boricua cuenta sus aventuras en Borneo Indonesia

Este artículo es reproducido por CienciaPR con permiso de la fuente original.

PDF versionPDF version

Contribución de CienciaPR: 

No

Por: 

Ileana Delgado Castro
Robert, en los árboles dentro de la estación de investigaciones en el parque nacional Gunung Palung, durante su año de estudio. (Suministrada)

La vida en Borneo, Indonesia cautivó al joven puertorriqueño, Robert Rodríguez Suro. Allí, en una estación de investigaciones científicas dentro del parque nacional Gunung Palung  estudió, en su propio hábitat, a los orangutanes, y les tomó  fotos para identificarlos adecuadamente, un trabajo que no estuvo exento de sorpresas y uno que otro susto.  Aunque asegura que, en general, estos simios no son agresivos y no hay que tenerles miedo. Pero resalta que hay que respetar su espacio y mantener una distancia adecuada.  Algo que aprendió pronto, el día que  escuchó la vocalización de un macho y decidió ir en su busca. 

“Estaba encima de un árbol, se bajó y comenzó a amenazarme”,  relata Robert, tras asegurar que lo último que se debe hacer en un caso así es correr debido a que lo más probable es que el orangután te persiga.

“Lo único que puedes hacer es ignorarlo por completo, no mirarle los ojos y poco a poco caminar en otra dirección", aconseja el joven. Él lo hizo así hasta ponerse detrás de un árbol. Pero al ver que el animal seguía caminando en otra dirección, decidió volver a seguirlo.

“De momento se vira y sale corriendo hacia mí, agarra dos  ramas pequeñas con sus brazos y las tumba al piso y luego me mira. Yo no hablo orangután, pero no hay que ser genio para saber que lo que quería decirme era 'no me persigas'. Así que lo dejé ir porque siempre hay que respetar el espacio de los animales”,  recuerda Robert, tras asegurar que son situaciones que pasan a menudo y que es parte del “show” que hace el orangután. “Después que se mantenga la distancia,  no corras y no lo mires a los  ojos, no hay problemas”, agrega el joven, de 23 años.

Estudiando al orangután

Según explica  Robert, parte de las investigaciones que se hacen  en Borneo, tratan  sobre la  nutrición, comportamiento y reproducción de los orangutanes. En su caso, debía recolectar muestras de las plantas que comen, identificarlas,  tomarles fotos y añadirla a una base de datos. Pero su trabajo favorito era seguir a los simios por la jungla y tomarles fotos, un cambio drástico  de su vida como estudiante de pre medicina en Boston University.

Y aunque su trabajo con los orangutanes terminó el año pasado, la decisión de regresar estaba tomada.“Me gané la Young Explorer Grant, una beca que National Geographic otorga a jóvenes de 18 a 24 años con proyectos que pueden ser de investigaciones científicas o expediciones de naturaleza o aventuras. Pero eso me cubre los viajes y los permisos de investigación y el resto lo tengo que proveer yo”, explica Robert, quien en estos días hace una caminata por el área suroeste de la isla junto a dos amigos, Gianfranco Álvarez y José Fernández,  con el fin de recaudar fondos que le ayuden a sufragar sus gastos durante un año en la jungla. 

“Tomarle fotos a los orangutanes es importante porque muchas veces es imposible identificarlo en el campo". (Suministrada) 

Precisamente, la propuesta que le valió la beca a Robert es estudiar el territorio de los machos orangutanes a través de la fotografía. Según cuenta, los estudios tradicionales no han podido determinar el territorio verdadero de los machos, debido a que es muy amplio.

“Cuando los orangutanes se van más allá de la base de investigaciones, los dejamos ir porque es imposible estar con ellos. Pero todo lo que pasa  fuera del área de investigación no la tenemos y eso es lo que voy a trabajar”, explica el joven, quien acepta que esto tiene un riesgo mayor, pero asegura que es un trabajo que no se hace en solitario  y que siempre están muy bien equipados. “Llevamos comida y dormimos en hamacas; donde sea que el orangután se duerma, ahí nos quedamos”, agrega, mientras destaca que el enfoque de este proyecto es científico-fotográfico y cuando concluya, la famosa publicación tiene el derecho de publicar sus hallazgos, así como las fotografías. Pero dice que   las fotos y la data científica son de su propiedad.

“Tomarle fotos a los orangutanes es importante porque muchas veces es  imposible  identificarlo en el campo. Pero si hay  una foto, se pueden  ver sus rasgos con más calma en el campamento e identificarlo  correctamente”, comenta Robert, mientras asegura que le gustaría seguir trabajando con National  Geographic en proyectos de este tipo o relacionado con la naturaleza.

De Borneo a Rincón: Mochileando para recaudar fondos 

Robert espera dar a conocer su proyecto en  la caminata que hace en estos días, junto a sus dos amigos,  y que culminará el domingo en Rincón. Según dice, la gente que los ve  “mochileando” y que se les ha acercado  para conocer por qué lo hacen, encuentran fascinante “que un puertorriqueño haya decidido irse a la selva a perseguir orangutanes”.

“Todos nuestros amigos nos han dado su apoyo, aunque algunos nos han tildado de locos por irnos de ‘backpacking’ buscando más apoyo. Pero esto es  algo muy común en todo el mundo, aunque en Puerto Rico no se hace tanto. Además, tomamos todas las precauciones necesarias, como no acampar cerca de la carretera o en propiedades  privadas”, cuenta el joven, quien exhorta a que seas parte de la aventura, siguiéndolos por Facebook, Twitter, e Instagram. 

Recopilando muestras de los orangutanes. (Suministrada)

 “Vamos a estar recaudando fondos a través del website experiment.com/orangutans  y necesitamos todo tu apoyo”, indican los jóvenes, tras exhortar a que riegues la voz y los sigas a través del hashtag #LaRutaOrangutan.

“Cualquier donación, pequeña o grande, ayuda”, indica Robert. De hecho, señala que al donar, podrás recibir bonos según  la cantidad. Desde una  carta personalizada, agradeciendo el apoyo y mensajes electrónicos mensuales con noticias desde la jungla, hasta el nombre del donante en cualquier publicación científica que resulte de este proyecto ($100). Si es de $200, un libro personalizado de fotos de orangutanes y de la jungla; $250, tendría una suscripción de un año a National Geographic Magazine y por $500, presentación de hallazgos, fotos y videos para la persona o cualquier grupo (escolar, universitarios, etc.) localizado en Puerto Rico, NYC, Boston, o Washington D. C.

Para más información, puedes visitar la página www.experiment.com/ orangutans. También lo puedes seguir en Instagram (@rrsuro); Twitter (@rrsuro); Facebook (rrsuro.photo)

 

Categorías de Contenido: