Gasoducto presenta una nueva amenaza para la cotorra puertorriqueña

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Por Gerardo E. Alvarado León / galvarado@elnuevodia.com El Nuevo Día El posible impacto del gasoducto sobre la cotorra puertorriqueña llevó al Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre (USFWS) a pedirle al Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (USACE) que reinicie la “consulta formal” para esa especie en peligro de extinción, es decir, que evalúe adecuadamente cómo la polémica obra afectará su hábitat y supervivencia. De inmediato, la portavoz del USACE, Nancy Sticht, confirmó que la información provista por el USFWS se considerará en la evaluación de la solicitud de permiso del gasoducto, proceso que aún no ha acabado y que daría paso a la construcción del proyecto. “Ya hemos pedido al solicitante del permiso proporcionar una evaluación de la nueva información, así como los planes de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) o del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) para estudios asociados”, dijo Sticht. “Vamos a obtener la información adicional, determinar las acciones apropiadas y revisar el borrador de la Evaluación Ambiental (EA) como corresponde”, agregó. El borrador de la EA del gasoducto concluyó que el proyecto no supone impactos significativos. En una carta fechada el pasado 24 de febrero, de la que El Nuevo Día obtuvo copia, el director del USFWS en Puerto Rico y el Caribe, Edwin Muñiz, le indicó al gerente del gasoducto en el distrito de Jacksonville del USACE, Robert Barron, que la propuesta tubería de gas natural atravesaría un área que la cotorra puertorriqueña (Amazona vittata) utiliza para alimentarse. En principio, esta información le fue dada al USFWS por el DRNA, agencia que coordina el programa de reinserción de la cotorra puertorriqueña en el Bosque del Río Abajo y otras áreas de la Isla. El pasado 4 de enero, personal del USFWS visitó el bosque y confirmó que una población de 10 cotorras vuela hacia el sureste, por encima de la carretera PR-10, hasta un área donde abunda la palma real (Roystonea borinquena). Las semillas de esa palma son alimento para la cotorra. “El hábitat que va a ser impactado por ‘Vía Verde’ provee alimentación y refugio para la cotorra puertorriqueña. Estamos pidiéndole al USACE que reinicie el proceso de consulta formal y enmiende la Opinión Biológica (del gasoducto) para evaluar los impactos a la especie”, explicó a este diario la subdirectora del USFWS en Puerto Rico y el Caribe, Marelisa Rivera. Esa Opinión Biológica, completada en verano pasado, concluyó que el gasoducto impactaría tres especies: la boa puertorriqueña, el falcón de sierra y el guaraguao de bosque. “Hay que empezar de cero con la cotorra; analizar los impactos directos, indirectos y acumulativos, y buscar alternativas para minimizar esos impactos”, enfatizó Rivera, quien dejó entrever que ese proceso retrasaría aún más la incierta construcción del gasoducto. Cuando el gobernador Luis Fortuño anunció el proyecto en agosto de 2010, aseguró que estaría en operaciones en enero pasado, cosa que no ocurrió. En tanto, el consultor externo de la AEE, Daniel Pagán, y el secretario del DRNA, Daniel Pagán, expresaron que no es necesario reiniciar la consulta formal del gasoducto pues, a su juicio, el posible impacto a la cotorra puertorriqueña se discutió en verano pasado. De hecho, el pasado 24 de febrero, Galán también le cursó una carta al USACE en la que indica que donde fueron vistas las 10 cotorras no es dormidero ni área de reproducción, sino de alimentación. “No hace falta una nueva evaluación. Y, de todas formas, parte de nuestras condiciones para apoyar el proyecto es que haya monitoreo constante del área del trabajo y que se mantenga un número de biólogos durante la construcción”, manifestó el secretario. Pese a esto, Pagán reconoció que la decisión final sobre este asunto es del USACE y la acatarán sea cual sea.