Las ciencias geográficas reclaman su espacio (Primera Parte)

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Redacción Diálogo
"La Geografía es una ciencia orientada a integrar disciplinas con un solo propósito: entender la organización espacial de todo lo que ocurre en nuestro mundo”.

Aunque tradicionalmente se ha asociado la Geografía con la identificación de capitales y datos topográficos, los máximos exponentes contemporáneos de esta rama de la ciencia han demostrado que esa disciplina no es una mera herramienta para trazar mapas sino una forma para aprender a conocernos mejor como país y entender más claramente nuestra relación con el espacio que habitamos.

“Miles de puertorriqueños asocian la palabra geografía con el tedioso ejercicio académico de memorizar países, capitales, montañas y hacer mapas. Sin embargo, en otras latitudes esta percepción ha sido eliminada”, aseguró el doctor Carlos Guilbe, profesor del Departamento de Geografía de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

Rafael Díaz Torres, profesor de Geografía en la UPR en Río Piedras y Humacao, atribuyó este desconocimiento sobre la disciplina geográfica al currículo de educación del País, porque tiende a enseñar la Geografía como un ejercicio de memorización de lugares, ríos y capitales.

“Soy de las personas que lamentablemente tuvo que estar en el nivel universitario para comenzar a comprender qué es la disciplina”, anotó a la vez que explicó que el enfoque de la Geografía “es responder por qué se dan ciertas espacialidades, por qué se dan unas localidades y la identidad particular de los lugares”.

Paradójicamente, ese enorme desconocimiento sobre dicha disciplina no impide que cada individuo la asuma y la aplique en su diario vivir. “La usamos de forma inconsciente”, aseguró Díaz Torres.  Explicó, por ejemplo, que una persona aplica la Geografía cada vez que se percata que el tránsito está pesado y comienza a buscar vías alternas.

También ocurre lo mismo cuando se internaliza que cada país tiene su particularidad climática. “Saber qué ropa me voy a poner si voy a Florida, eso es un estudio de Geografía que hacemos sin saber”, ilustró. Por su parte, Guilbe resaltó que la Geografía es una disciplina prácticamente omnipresente. “Está presente en todo nuestro quehacer diario”, afirmó, pues según él “todos razonamos espacialmente y reaccionamos territorialmente”.

Tras el crisol de la geografía

"La Geografía es una ciencia orientada a integrar disciplinas con un solo propósito: entender la organización espacial de todo lo que ocurre en nuestro mundo”, subrayó Guilbe.

“Si podemos entender cómo la naturaleza se organiza en el espacio terrestre, podremos entender la vida animal y vegetal. De la misma forma, si entendemos cómo el ser humano racionaliza el manejo del espacio, podremos entender con mayor facilidad muchos de los problemas que aquejan a nuestra sociedad”, declaró el educador universitario, quien ha realizado relevantes investigaciones en el País en el área de Geografía Humana.

Agregó que la Geografía permite desarrollar una perspectiva holística de la sociedad y que funge como una herramienta determinante dentro de otros saberes, especialmente en las ciencias, la economía, planificación y arquitectura. Precisamente, esa capacidad interactiva de la disciplina le ha permitido a sus exponentes examinar a Puerto Rico desde un crisol más claro.

Han podido encontrar, por ejemplo, que el estrato social puede delimitar la organización de un lugar dejándonos de ver, de paso, que catalogamos a las personas dependiendo de su clase social; que nuestro imaginario de lo que percibimos a primera vista sobre un espacio no necesariamente es la realidad porque al verlo de cerca se redimensiona; que somos una sociedad tan consumista que algunos hasta llegan saboreando aún su último bocado de pavo a las tumultuosas filas de los Black Fridays y que en ocasiones actividades de entretenimiento como la lucha libre puede ser una pantalla que representa una sociedad sumamente estigmatizada.

También revela que esa zona residencial exclusiva donde a muchos les gustaría vivir es una bomba de tiempo porque no es sino un cúmulo de familias que vive y se desplaza inadvertidamente en un área altamente inundable; que mientras algunas de nuestras costas se achican,otras se expanden, alterando significativamente el litoral isleño y junto con ello toda la vida en esa zona marina; que hay elementos ambientales que pueden determinar la distribución de ciertos patógenos en la Isla; que posiblemente uno de los fenómenos atmosféricos que más daño inflige a nuestro entorno de 111.5 por 39.83 millas no son las tormentas y huracanes que nos amenazan esporádicamente, sino los frecuentes frentes fríos que visitan la Isla cada año.

Por otro lado, la Geografía actúa como un espejo donde pueden identificarse nuevas oportunidades. Revela que es posible construir una mejor ciudad; que hay espacio para planificar para proveer otras opciones de trabajo, pero también para el esparcimiento y el ocio; que todavía estamos a tiempo para cuantificar con exactitud nuestros terrenos agrícolas; que podemos planificar mejor nuestras comunidades y dotarlas a su vez con valiosas herramientas de empoderamiento; que las comunidades son claves para el manejo efectivo de las zonas costeras; que tenemos valiosísimos recursos naturales que bien manejados podrían proveerle al país de una robusta industria turística. Asimismo, informa sobre la adaptabilidad de las especies exóticas desubicadas de sus latitudes y de su potencial uso.

Este mapa digital, elaborado por estudiantes del bachillerato de Geografía de la UPR ayudará a una comunidad de Toa Alta a planificar mejor su espacio.

Demuestra además que podemos entender mejor las consideraciones geográficas que infieren en los complejos procesos políticos en el mundo. De hecho, según explicaron Díaz y Guilbe, la mayoría de los conflictos bélicos más significativos en la historia han tenido su origen en la lucha por el espacio. Muchos de estos hallazgos, que abordan las dos grandes áreas de la Geografía (humana y física), han sido parte de las investigaciones que durante años han ido desarrollando profesores y estudiantes del Departamento de Geografía de la UPR.

Figuran entre ellos, los profesores Maritza Barreto, Carlos Severino, Francisco Watlington, Díaz, Guilbe y Angel David Cruz Báez, actual director de esa unidad académica. También se incluyen las aportaciones en el área de Geografía Médica de los profesores Sonia Arbona y Víctor Santiago, y los estudios en el área ambiental del doctor José Seguinot Barbosa, del Departamento de Salud Ambiental del Recinto de Ciencias Médicas.

De otra parte, mediante los Sistemas de Información Geográfica (GIS, por sus siglas en inglés), herramienta digital que advino tras la teledetección y la fotogrametría, se ha podido realizar un mejor análisis espacial o territorial. La aplicación de este recurso ha sido fundamental en varios proyectos de mucha importancia para el crecimiento económico de Puerto Rico, según documenta el doctor Seguinot Barbosa en el artículo: “Desarrollo moderno de la Geografía en Puerto Rico: producción científica y enseñanza geográfica”, publicado en el portal Geoamigos.

Esta tecnología ha sido empleada en muchos proyectos gubernamentales, así como en los planes de ordenamiento territorial. También posibilitó el desarrollo del sistema catastral del Centro de Recaudaciones de Ingresos Municipales (CRIM).

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