Mona, meca científica caribeña

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Por Gerardo E. Alvarado León / galvarado@elnuevodia.com endi.com Las obras que convertirán a la Isla de Mona en una meca científica podrían completarse en un año, informó el designado secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Daniel Galán Kercadó. De esta forma, se materializaría una idea que se cuajó en diciembre de 1999 con el ex titular de la agencia, Daniel Pagán Rosa. Entonces, el funcionario propuso establecer en Mona, al oeste del País, un laboratorio internacional de investigación para estudiar la flora y fauna de la calurosa isla. Pero la creación del centro se vio coartada por la oposición de varios sectores, incluyendo la propia comunidad científica. “Estamos preparando un área de visitantes y un centro de investigación. Ya hay un contrato y comenzaron los trabajos (hace seis meses). Queremos un área más formal para hacer investigación por mucho más tiempo con un poco más de comodidades para los investigadores, y hacer (que) esta investigación redunde en beneficio para la misma isla y otras áreas del País”, indicó Galán Kercadó en entrevista exclusiva con El Nuevo Día. Recordó que históricamente Mona, llamada por muchos la “Galápagos del Caribe”, ha sido escenario ideal para investigadores de todo el planeta, quienes llegan a la reserva natural cegados por su diversidad ecológica. La isla alberga especies en peligro de extinción como la iguana, la boa y la mariquita de Mona, el carey de concha, y otras aves y animales terrestres que están a punto de desaparecer. Nada de lujos Sobre las comodidades en la estructura, aclaró que “no será un área de lujo, sino para facilitar la investigación”. En concreto, habrá un área de acceso a internet, oficinas para trabajar en reportes, laboratorios y lugares de descanso. La operación será con energía solar y los baños de composta. “Queremos fomentar el turismo de investigación”, enfatizó Galán Kercadó, tras apuntar que, al momento, la Universidad de Puerto Rico y otras instituciones de Estados Unidos llevan a cabo investigaciones en Mona. Dichos estudios pasan por un análisis previo en el DRNA, donde se autoriza o deniega el permiso de acceso. Los visitantes también necesitan un permiso de la agencia para pernoctar en la isla. En pie las concesiones El secretario, que por los pasados seis años laboró como consultor ambiental para la empresa privada y anteriormente ocupó varios cargos en el DRNA, defendió que se establezcan concesiones “enfocadas al turismo de naturaleza” en la Isla de Mona. “La propuesta sigue en pie para establecer, por ejemplo, transportación de turistas a la isla, hacer ‘snorkeling’, visitas guiadas y veredas”, sostuvo. En cuanto a reforzar la seguridad en el área, ya que en el pasado han habido casos de personas perdidas y hasta muertes por deshidratación, Galán Kercadó recalcó que el enfoque será orientar “desde un principio” a los visitantes sobre los riesgos en la isla. “Creemos en ser proactivos, no en esperar a que pasen las cosas para reaccionar. Ya hay un protocolo establecido para atender cualquier situación, sin necesidad de cerrar la isla como antes (tras el deceso de un psicólogo y un niño escucha)”, concluyó el titular.