Muy baja la tasa de reciclaje en la Isla
Enviado el 8 febrero 2010 - 5:11pm
Este artículo es reproducido por CienciaPR con permiso de la fuente original.


Por Ileana Delgado Castro / idelgado@elnuevodia.com
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Han pasado 18 años desde que se estableció, en 1992, la meta de reciclar el 35% de la basura del País, pero la realidad actual apenas alcanza un 10%.
Esto conforma un panorama bastante crítico, según la directora ejecutiva de la Autoridad de Desperdicios Sólidos (ADS), Rebeca Nieves, si se toma en cuenta que en Puerto Rico se generan cuatro millones de toneladas de desperdicios sólidos anualmente.
“Por eso, lo que queremos es diversificar nuestras fuentes de disposición que ahora solamente son los vertederos”, indicó Nieves tras señalar que las plantas “Waste to Energy” son una alternativa más “para el problema que tenemos aquí con el manejo de desperdicios sólidos y el cierre de vertederos”.
La funcionaria destacó que la prioridad de su agencia es clara: “reusar, reciclar y compactar”. Lo que pasa, admitió Nieves, es que cada municipio tiene su programa de reciclaje “y hemos estado hablando con ellos para que implementen un plan de reciclaje efectivo”.
Sin embargo, a juicio de Juan Rosario, de Misión Industrial, la realidad es que al Gobierno no le interesa reciclar. “Desde 1975 varias agencias del Gobierno han implementado proyectos pilotos de reciclaje, pero se quedaron en el camino. No funcionaron porque no hay interés de que este tipo de proyecto funcione”, afirmó Rosario.
Uno de los problemas, señaló el ambientalista, es que el Gobierno ha establecido una política pública pero no ha creado incentivos para implementarla.
“La ley 70, de 1992, es la que dice, en término de manejo de desperdicios, que se debe reducir la fuente de desperdicios y aumentar el reciclaje en un 35%. Pero un año antes (el Gobierno) creó la Ley de Municipios Autónomos y les dijo, 'la basura de tu municipio es un problema tuyo y haz con ella lo que tú quieras'. Ahora hay 78 políticas públicas de manejo de basura y no hay una política uniforme. A eso se suman los intereses de los negocios de basura”, argumentó Rosario, quien opina que las plantas “Waste to Energy” son una solución absurda.
“Implica que sigo haciendo lo mismo, produciendo más basura y todo lo que se produzca lo quemo. No hay un cambio de paradigma. Antes se enterraba la basura, ahora la tiro al aire y convierto los pulmones de la gente en basureros. Además de que es la energía más cara, es un mal negocio”, explicó Rosario.
Sin embargo, según Nieves, en Estados Unidos la práctica es que las cenizas que se producen se llevan a los vertederos. “Si nosotros llevamos las cenizas a los pocos vertederos que nos quedan, el volumen de ceniza que estaríamos depositando es mucho menor que el volumen de desperdicios que normalmente depositamos”, sostuvo Nieves.
Durante el cuatrienio pasado, la ADS preparó su “Itinerario de Proyectos de Infraestructura”, que contempló la creación de dos plantas “Waste to Energy” en el norte de Puerto Rico, una entre Aguadilla y Arecibo y la otra entre Toa Baja y Fajardo. El costo de cada una se estimó en $400 millones y tendrían capacidad para procesar unas 1,500 toneladas de basura al día.
A nivel mundial se enfatiza en la reducción de la generación de la basura, el reúso y la minimización de todo proceso que produzca emisiones al aire de los gases de invernadero que contribuyen al calentamiento global.
IMPRESIÓN EQUIVOCADA
Según la directora ejecutiva de la Autoridad de Desperdicios Sólidos (ADS), Rebeca Nieves, existe la impresión equivocada de que el Gobierno va manejar todos los desperdicios sólidos con las plantas “Waste to Energy”.
“Y no es así. Lo vemos como un sistema integrado donde promovemos primero la reducción de desperdicios, el reciclaje y el reúso, la composta y las plantas 'Waste to Energy'”, sostuvo Nieves.
Además, implementan iniciativas como un consorcio con el Departamento de Corrección y Rehabilitación para el reciclaje de gomas y con el Departamento de Educación para incluir el reciclaje en los currículos escolares.