Pasión científica por el cielo

Este artículo es reproducido por CienciaPR con permiso de la fuente original.

PDF versionPDF version
Por Liz Yanira Del Valle / Especial El Nuevo Día endi.com No sólo los toros viven enamorados de la luna. Si bien es cierto que la luna no es de queso ni se come con pan, contemplarla inspira a soñar. Y hay seres que desean ver el mundo de un modo diferente y se apasionan por los misterios del Universo junto con sus objetos celestes que se encuentran a años luz. En Puerto Rico, cientos de personas de diferentes edades llevan años de trayectoria como aficionados de la astronomía y ahora confrontan un nuevo escollo para su pasatiempo o su afán científico: la contaminación lumínica. A los 14 años, Luisa Fernanda entró a observar el firmamento con la Sociedad de Astronomía de Puerto Rico. La adolescente de ese entonces hoy día es astrónoma. Con un equipo convencional (no profesional), Isaac Cruz, miembro de la Sociedad, detectó dos planetas extrasolares (HD189733 y el Tres 2) y una estrella binaria (SZHerculis) debidamente inscrita en la American Association of Varible Star Observers. Estos y otros ejemplos más, representan los tantos logros recopilados en los 22 años de observación del firmamento que lleva este grupo de aficionados a la astronomía y que ahora tropieza con su mayor problema: la contaminación lumínica. Ismael Miranda, presidente de la Sociedad de Astronomía de Puerto Rico, aseguró que las condiciones atmósfericas que más les afectan son el polvo del Sahara (de abril a junio) y las cenizas del Volcán Montserrat, pero la contaminación lumínica “cada día nos roba nuestras noches de observación limitándonos con un cielo degradado y blancuzco”. “Este factor de luz excesiva y mal orientado nos dificulta el aprecio de la Vía Láctea, estudiar cuerpos celestes en la observación y la astrofotografía (recoger las características tal vez tenues de los cuerpos celestes con equipo de cámaras digitales)”, dijo. Al detalle Miranda añadió que la astrofotografía aún no ha tomado auge en la Isla. Sin embargo, sus practicantes tienen que recurrir a filtros de contaminación lumínica para minimizar el efecto y poder recoger las características o detalles de estos objetos tenues. Sólo de esta forma pueden disfrutar de un evento único y ver las características de los planetas, cometas, asteroides, lluvias de estrellas y espacio profundo como son las galaxias, estrellas binarias, cluster (agrupación de soles o de estrellas unidas) y las nebulosas (partículas de polvo y gas donde al generar suficiente calor en sitios o lugares específicos se crean nuevas estrellas). Para contrarrestar el problema de contaminación lumínica, el grupo de aficionados acude a lugares bien oscuros, tomando en consideración las inclemencias del tiempo y la seguridad de los participantes. “Vieques ofrece un cielo espectacular. De todos modos, dos veces al mes realizamos noches de observación bien sea en Corozal, Arecibo, Vieques, Culebra u otros puntos favorables”, indicó. También, cada tercer miércoles de mes y de forma gratuita la Sociedad ofrece una charla relativa al tema astronómico en el Planetario del Parque de las Ciencias en Bayamón. Ahora con el tema de la contaminación lumínica, la Sociedad de Astronomía de Puerto Rico se integró al proyecto de la campaña educativa liderada por el Fideicomiso de Conservación de Puerto Rico, “Puerto Rico Brilla Naturalmente”. De esta, forman parte 10 agencias involucradas en un proyecto piloto concentrado en las Cabezas de San Juan en Fajardo, el Valle de Lajas y Vieques con el cual se pretende proteger las lagunas y bahías bioluminiscentes contra los excesos de luz artificial, así como todo el medio ambiente en general afectado por el fenómeno, incluyendo a los seres humanos. “Es que no somos los aficionados a la astronomía los únicos afectados por el exceso de luz artificial, también la flora y la fauna”, argumentó Miranda. El portavoz de la Sociedad agregó que existen 88 constelaciones y en un espacio tan grande durante todo el año ocurren diversos eventos como conjuciones, eclipses, tránsitos (movimiento de cuerpos celestes uno frente al otro), cometas, objetos del catálogo “Messier” y miles de objetos y eventos por observar. “Parecemos insignificantes ante tanta grandeza, pero somos seres privilegiados que podemos mirar y estudiar la hermosura que develan el manto oscuro del cielo, donde la imaginación no tiene límites por infinito y tal vez no llegaremos a entender todos los misterios que el firmamento oculta y donde se encuentra el mismo principio de la creación de la humanidad”, opinó Miranda. Destacados colaboradores La Sociedad de Astronomía de Puerto Rico, una organización sin fines de lucro cuyo objetivo primordial es promover la ciencia de la astronomía y alertar trabajos científicos de observación e investigación en varias de sus fases, cuenta con colaboradores de la talla del físico del Observatorio de Humacao, Dr. Rafael Muller y del físico de la Universidad de Puerto Rico, recinto de Río Piedras, Dr. Daniel Altschuler. Esta organización tiene capítulos en San Juan, Arecibo, Corozal, Ponce y Vieques. En Puerto Rico existen otras agrupaciones que también fomentan la astronomía en aficionados, entre las cuales destacan la Sociedad de Astronomía del Caribe y Sociedad Astronómica Telescopium. Entre los observatorios disponibles en la Isla figuran el famoso Observatorio de Arecibo, el Observatorio Astronómico de Humacao (UPR), el Observatorio y Planetarium de Mayagüez (UPR), el Arecibo Optical Astronomical Observatory, (UPR) y otras instalaciones de la Universidad en sus recintos de Ponce, Cayey y Río Piedras. En este último recinto, hay un reflector Newtoniano de 457mm -18 pulgadas, considerado al presente como el telescopio de mayor apertura en la Isla.