Soplan vientos mixtos para la energía eólica

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Por Gloribel Delgado Esquilín / Especial para El Nuevo Día endi.com Los vientos soplan a favor de Windmar, la compañía que ha propuesto la construcción del primer proyecto de energía de viento en la Isla a ubicarse en la costa de Guayanilla. Según explicó su proponente, Víctor González, el controversial proyecto está sólo a unos meses de que obtenga los permisos finales para que comience su construcción. “Estamos esperando por dos cosas: la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental de la Junta de Planificación (JP) y la autorización de un cambio de zonificación, de residencial a terrenos de conservación, en el área”, así lo aseguró González, quien explico que al momento están en el proceso de donar 610 cuerdas al Departamento de Recursos Naturales y Ambientales que serán utilizadas para la preservación, en unos terrenos aledaños al Bosque Seco de Guánica. El proyecto, que ubicaría 25 turbinas en una finca privada de la costa de Guayanilla, generaría unos 45 megavatios máximo por hora, que representa un por ciento mínimo de la energía que consume el país, estimada en unos 78,147 megavatios por hora, en su momento pico. Esta fue la energía que consumió el país en agosto 23 del 2006, la mayor registrada en el 2006. En lo que va del 2007, la cantidad pico de energía consumida por el país ha sido de 69,182 megavatios. Este dato se registró el 26 de febrero a las 8:00 pm. La Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), que comprará la energía a Windmar, ya ha firmado una carta de intención con la compañía. “Es poco. Pero esto es mejor que nada”, comentó Juan F. Alicea Flores, Director de Planificación y Protección Ambiental de la AEE. Mientras el proyecto se somete a una consulta de ubicación por la JP, la Sociedad Ornitológica Puertorriqueña (SOPI) ya ha expresado su oposición a la construcción de las 25 turbinas en Guayanilla. Según el ingeniero Luis Silvestre, portavoz de la organización “los efectos sobrepasan desproporcionalmente a los beneficios”. Dos de los planteamientos vertidos por la SOPI es el posible impacto al Bosque Seco de Guánica y a la reproducción de una especie de ave crítica, el guabairo. “Este proyecto le roba territorio a una especie, que se supone, le ayudemos a que se procree. Este proyecto va a interferir con el territorio donde se reproduce el guabairo”, explicó Silvestre. Otra de las preocupaciones de SOPI es la posibilidad de que ocurran incendios en el lugar y que afecte directamente a la reserva natural, cuna de varias especies amenazadas o en peligro de extinción, como el pelicano pardo, el carey de concha, el sapo concho. “En España, Alemania y California, ya se han registrado sucesos como éste”, recalcó el portavoz de la organización. La SOPI también ha cuestionado el ahorro en emisiones de carbono que pueda proveer este proyecto. Utilizando analogías en países líderes en este tipo de tecnología -Alemania y Dinamarca- informó que allá se ha logrado un beneficio menor al 10% de la capacidad instalada en estas fincas. La organización ha calculado que el proyecto de Guayanilla, que generaría 45 megavatios máximo por hora, tendría un ahorro de 4.5 megavatios por hora. “Este ahorro es insignificante”, recalcó Silvestre sobre un beneficio que va a depender de la forma en que la AEE opere su infraestructura eléctrica y sus otras fuentes de generación convencional. Por su parte, la AEE aceptó de que el ahorro en emisiones no es significativo. La SOPI argumentó que si la AEE implantara un plan de conservación de energía más efectivo, se ahorrarían más emisiones de carbono que los planteados por esta finca de turbinas. Sin embargo, a pesar de los cuestionamientos de los ambientalistas, Javier Quintana, Administrador de Asuntos de Energía -entidad responsable de establecer la política energética del país- ha expresado en varias ocasiones que el proyecto sigue en pie. “Puerto Rico necesita incorporar fuentes renovables de energía. La dependencia de petróleo tiene un impacto grande en la economía del país”, explicó Quintana el mes pasado, a la vez que recalcó su apoyo al proyecto. “Tenemos que buscar la diversificación de fuentes de energía. Otros países lo han logrado con éxito y Puerto Rico tiene que estar a la vanguardia”.